En el últimos discurso del Presidente Sebastián Piñera, en medio del estallido social que afecta a todo el país, concentró su mensaje en los actos violentos que han marcado la última jornada, relegando a un plano secundario el malestar ciudadano que gatillaron las manifestaciones.
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De las palabras del Mandatario se desprende que el Gobierno libra una «batalla», pese a que los hechos violentos no han amainado en la Región Metropolitana y a nivel nacional, por el contrario, aun aumentado.
El Presidente advirtió que mañana lunes será «un día difícil», pues en frente existe -afirmó- una organización criminal que está detrás de los hechos violentos.
El enemigo «está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible», afirmó Piñera.
También aseguró que «entiendo que nuestros compatriotas tienen derecho a protestas y compartimos muchas de sus inquietudes y necesidades. Hemos hecho un esfuerzo gigantesco para lograr que mañana sea un día lo más normal posible, para que el transporte funcione lo más normal posible. Hemos fortalecido el transporte público de superficie, permitiendo que haya solidaridad entre nuestros chilenos».
Además, pidió «a todos mis compatriotas que nos unamos en esta batalla que no podemos perder, que nos ayuden a que todos tengamos mañana un día lo más normal posible y que logremos por fin empezar a ganar esta batalla. Nos vamos a permitir que los delincuentes se sientan dueños de este país».
El Mandatario, sin embargo, no efectuó mayores comentarios sobre las manifestaciones pacificas que se mantuvieron en caso todo el país ni tampoco realizó anuncios sobre el descontento que existe en la ciudadano por el alto costo de la vida.