Después de una nueva jornada de toque de queda, la ciudad de Santiago empieza este lunes a tratar de retomar la normalidad.
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Las calles muestran como las personas tratan de concurrir a sus trabajos y nuevamente circular a bordo del Metro de Santiago, el que solo opera de manera parcial en la Línea 1.
La intendenta metropolitana, Karla Rubilar, informó que los ejes de Gran Avenida, Alameda-Providencia, Independencia, Santa Rosa, Recoleta y Vicuña Mackenna serán exclusivos para transporte público. De esta forma, los vehículos particulares no podrán utilizar las vías exclusivas.
Esta medida se adoptó para asegurar el traslado de las personas, que desde muy temprano buscan transporte para llegar a sus lugares de trabajo.
Sin embargo, la ciudad muestra los efectos de las protestas del fin de semana y la militarización que aún sigue presente en gran parte del país.