No han sido días fáciles para el país, que en las últimas horas ha profundizado su crisis social al punto de que las autoridades decretaran zona de emergencia en cinco regiones de Chile. Y uno de los focos de preocupación en medio de esta crisis, han sido los niños, quienes de alguna u otra manera van captando lo que está sucediendo.
PUBLICIDAD
A la hora de protegerlos de un eventual trauma, los expertos aseguran que lo fundamental durante estos días de incertidumbre «es poder entregar una contención afectiva ya que esa es la principal vía para darles tranquilidad y seguridad. Independiente de la edad del niño o adolescente, sentirse acompañado por un adulto significativo, es primordial».
Recomendados
Delincuentes atacan a censista en San Pedro de la Paz: Sufrió asalto y herida con arma blanca
Pablo Mackenna recibe la condena por chocar en estado de ebriedad: cancelan su licencia de conducir
Municipalidad de Providencia evalúa acciones legales por extenso corte de luz en la comuna
Las palabras de Mireya Sepúlveda, psicóloga infanto-juvenil de Clínica Alemana, no son al azar. Para la especialista, «en los momentos de ansiedad y tensión, muchas veces se activan miedos en los niños, por lo tanto contar con la presencia física de alguien los calma mucho».
Eso sí, Sepúlveda advierte que hay diferencias específicas en las recomendaciones, las que dependen de la edad de los menores. En caso de los preescolares, la sicóloga señala «por su desarrollo cognitivo y emocional es difícil poder dar una explicación lúcida y sensata, porque incluso a nosotros mismo nos está costando entender qué está pasando. Por eso hay que explicarle cosas concretas: si se asustan con una sirena o un helicóptero, hay que explicarles que sí, que nos damos cuenta que eso está pasando y que eso no es nada malo y nada grave».
En una edad mayor, la especialista advierte que «hay que tener mucho cuidado con la exposición a los contenidos que podrían ser perjudicial, porque hemos visto en los noticieros que se informa con mucha alarma y si bien es complicado lo que está pasando, muchas veces se cae en intensificar conductas delictivas y de catástrofe que genera más incertidumbre. Por eso es importante filtrar el acceso a las noticias y redes sociales, porque eso puede ser fuente directa para que un niño o un joven se sienta muy atemorizado e inseguro».
En el caso de los niños y niñas que se encuentren sin clases, es importante, según Sepúlveda, mantener una rutina de actividades en la casa que respete los horarios de alimentación y sueño. De todas formas, dedicarles tiempo para jugar es primordial: «El juego en sí mismo es un factor protector, por lo que en momentos de dificultad, que un niño pueda contar con el tiempo y disponibilidad de un adulto, puede hacer una gran diferencia al sentirse mucho más seguro», señala.
En los adolescentes se vuelve más complejo
El tema se vuelve más difícil en los preadolescentes y adolescentes a la hora de contener, proteger y explicar para los padres. Según Sepúlveda “es fundamental estar disponible para abrir espacios de reflexión y conversación ya que por sus características se sienten tocados y afectados por esto”.
«Ellos suelen ser más impulsivos e idealistas, ya que lo que perciben como injusticia ellos quieren una respuesta concreta. Lo importante es ir matizando puntos de vista, mostrar que siempre hay distintas visiones. Es un buen momento para acompañarlos en pensar, en trabajar ciertos valores como la injusticia, la paz, la empatía, pero resguardando su integridad física, siendo claro en los límites que no le podemos permitir participar en marchas o actos porque nos consta lo que puede llegar a suceder», remata.