«Los que podemos tendremos que ayudar a pagar la cuenta». Esos dicho que expresó el empresario Andrónico Luksic el sábado pasado tras el estallido de la crisis social, fueron entendidos por muchos como que las grandes fortunas deben aportar algo más.
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Ayer el guante fue recogido por el presidente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS). Peter Hill, quien concuerda con Luksic en “que el mundo empresarial tenemos que trabajar en eso”, aunque matizó señalando que no son solo ellos. “Le pediría a la clase política de nuestro país, a las autoridades, que todos tenemos que poner a Chile por delante y dejémonos de los pensamiento partidistas y de las ideologías”.
En tanto, tras reunirse con todos representantes del sector, el presidente de la Confederación para la Producción y el Comercio (CPC), Alfonso Sweet se refirió al estallido social generado, afirmando que someramente que “para nosotros es hora de escuchar con los oídos bien grandes, escuchar para construir y reconstruir ese Chile de todos, para todos”.
Cuando se habla del mayor aporte de los empresarios y los más ricos aparece el tema impuestos y el diagnóstico está más o menos claro. “Hay un tema a nivel estructural, que es la desigualdad que es insostenible”, dice Manuel Rivera, académico escuela de Economía y Negocios, U.Central. Añade que “hay una suerte de percepción en las personas, de que están sosteniendo todo el esfuerzo por llevar adelante el país y eso además con bajos sueldos”.
En ese sentido, Rivera sostiene que establecer algunos impuestos al sector privado y a los más ricos se hace necesario. “Sin duda que es una herramienta importantísima para avanzar en redistribución de ingresos”.
Más moderado es Cristián Echeverría, director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la U. del Desarrollo, quien recalca que en medio de esta crisis, hay que evitar caer en medidas populistas.
Elevar impuestos “es un granito de arena que ayuda, pero si esos impuestos se van a ocupar bien”, advierte el académico. En ese sentido, recalca si con esos recursos nuevos nuevos que se recauden “vas a darle viviendas sociales malas, si vas a seguir dándole mala educación y salud (…) “¿de qué sirve?”.
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Una propuesta
Si bien Echeverría no concuerda con un alza impositiva, sí hace una propuesta: establecer impuestos a las transacciones financieras.
“Un impuesto a las transacciones financieras de 0,1 a 0,5%. No es tan grande, pero involucran una recaudación importante”, afirma el académico. Y explica que se refiere, por ejemplo a cuando empresas o personas transan acciones. Así, junto con cobrar un gravamen por las utilidades que ese tipo de negocios generan, también se cobre por vender o comprar.
Asegura que una medida como esta “no ha tomado vuelo porque es súper resistido por el sector financiero global”.
Dice que “hay formas de generar recaudaciones, menos populistas”, añadiendo que propuestas como la que hace “recaen sobre los grandes patrimonios, los más ricos”.
