Las cosas para Evo Morales van de mal en peor, de ganar la presidencia con un 67,4% de los votos en 2008 hoy enfrenta una de sus crisis más grandes ante la acusación de presunto fraude electoral en las presidenciales del domingo pasado.
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La gente se ha volcado a las calles por tercer día consecutivo con multitudinarias manifestaciones que han tenido que vivir la represión a manos de la policía.
Según informa El Deber, «existió represión de la Policía Boliviana», que dejó varias personas heridas tanto el lunes como el martes por la noche. Inclusive, una menor de 16 año sufrió un impacto de una bomba de gas en la cabeza.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó durante esta jornada su preocupación ante la violencia generada en el marco del proceso electoral boliviano.
Mientras este miércoles el presidente Morales acusó un «proceso de golpe de Estado» de la «derecha con apoyo internacional» y llamó a «defender la democracia». Cientos de personas adhirieron a una huelga nacional.
La rotonda del Plan Tres Mil, algo así como la Plaza Italia de Chile, se produjeron enfrentamientos entre quienes apoyan el paro y quienes están del lado de Morales. En la zona también conocida como el Obelisco, al menos cuatro personas quedaron lesionadas.
Quemas
Sin embargo, la ira de la ciudadanía no se ha expresado sólo en marchas, en ocho capitales del país se ha registrado la quema de instalaciones electorales.
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Oruro, Potosí, Sucre, Cochabamba, Tarija, Santa Cruz, Cobija y Trinidad han visto bajo el fuego tribunales departamentales electorales, servicios de Registro Cívico (Serecis) y espacios habilitados para cómputo. Sólo se ha salvado La Paz, según El Deber.
«Han atentado lo que es el patrimonio de los bolivianos, los Serecis nacional y departamentales son quienes dan el primer derecho y han sido quemados», lamentó la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, María Eugenia Choque.
La OEA llama a segunda vuelta
Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) exhortó el miércoles a las autoridades bolivianas a celebrar una segunda vuelta electoral sin importar la diferencia entre los dos candidatos presidenciales más votados.
“Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta”, dijo el director del departamento para la observación electoral de la OEA, Gerardo de Icaza.
La ley boliviana indica que para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener 50% más uno de los votos o lograr 40% y tener una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo postulante más votado.
Tres días después de la elección Bolivia sigue en vilo sobre si habrá o no una segunda vuelta, pero todo parece indicar que el mandatario Evo Morales deberá jugarse su futuro político en un balotaje entre protestas por un supuesto fraude.
Las sospechas de supuesto fraude se vieron alimentadas por la interrupción durante 24 horas de la transmisión del conteo preliminar que daba ganador a Morales y en segundo lugar al expresidente Mesa y proyectaban una segunda vuelta. Pero el lunes, cuando se reanudó la transmisión, los resultados parciales proyectaban que Morales ganaba en primera vuelta.