De forma pacífica se desarrolló la marcha, que se dio en medio de la crisis social que estalló hace una semana en Santiago, con evasiones masivas en el pago del pasaje del Metro, que subió 30 pesos luego de que un panel de expertos aconsejara dicha medida.
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Fue tal el descontento que comenzaron las protestas con cacerola en mano, situación que se desbordó al nivel en que hasta hubo estaciones de Metro incendiadas.
Las demandas escalaron a peticiones mayores, había un descontento de fondo: mejorar la salud, las pensiones y terminar con la inequidad.
Tal ha sido la crisis que el gobierno declaró estado de emergencia y sacó militares a contener la situación, sin embargo, hubo rechazo generalizado a estas medidas, por lo que el Ejecutivo, a cargo del Presidente Sebastián Piñera, se vio obligado a ofrecer luego un paquete de medidas, que se denominó como “agenda social”.