«Esta ha sido una decisión muy difícil, nos causa mucho dolor, porque entendemos la importancia que significa APEC y la COP para Chile y el mundo». Con esas palabras, y visiblemente afectado, el Presidente Sebastián Piñera confirmó que el país decidió cancelar su sede a las próximas citas planetarias.
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No son meses, sino que días los que faltaban para la cumbre de cooperación económica Asia Pacífico y la Conferencia de las Partes por el Cambio Climático. Si bien aún es pronto para saber si otros países tomarán la posta de cumbres que requieren una colosal organización logística, Piñera se matriculó como un doble récord: el primer mandatario en bajar la sede de alguna Cop o APEC. Y por partida doble.
El 16 y 17 de noviembre era la edición número 31 de la APEC, luego de la edición que celebró Papúa Nueva Guinea en 2018.
Fue en 1989 cuando en Canberra, Australia, se vivió la primera cumbre APEC, evento en que no participó Chile, dado que recién ingresó en 1994. De ahí en adelante, se realizó sagradamente cada año, incluido en 2004, cuando Chile fue sede por primera y ahora única vez en la historia.
Lo mismo con la COP. Chile perdió la oportunidad de oro de organizar la cumbre climática justo cuando el calentamiento global y el cambio climático son los principales temas en el mundo.
La primera versión de la COP se realizó en Berlín, en 1995. De ahí en adelante, jamás se canceló alguna sede, y distintos países albergaron momentos históricos, como Japón en 1997, con la firma del Protocolo de Kioto; y París en 2015, cuando se puso urgencia a la meta de contener el alza de la temperatura en la tierra en no más de 2°.
Chile, además, perdió la oportunidad de unirse a Perú y Argentina, como los únicos países americanos en albergar la cumbre más importante sobre el clima.
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La única situación «similar» a la de Chile ocurrió con Brasil, cuando en noviembre de 2018 la cancillería de ese país bajó su candidatura a la organización de la Cop, debido a cuestiones presupuestarias.
Punto aparte son la cantidad de recursos y personas con proyectos y contratos para trabajar en ambas cumbres, y que ahora quedaron en nada.