La economía venía relativamente bien, se esperaba un mejor segundo semestre, pero llegó el 18 de octubre y todas las perspectivas cambiaron.
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Mientras avanzan los días y la crisis social se profundizaba, algunos hablaron de menor crecimiento, pero ahora ya con casi un mes de protestas y manifestaciones, otros comenzaron a mencionar la palabra recesión.
«Vemos riesgo de recesión técnica que son dos trimestres negativos, o sea tendríamos que llegar hasta marzo con números bajo cero y no solamente vemos riesgo de recesión, si no logramos un pacto social”, advirtió ayer Alfonso Swett, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
Y claro, que lo diga el líder de los empresarios puede generar suspicacias, pero también lo expresó José de Gregorio, ex presidente del Banco Central, quién expresó que «una economía que va a estar extremadamente débil, que significa que no podemos descartar que el próximo año tengamos recesión y por primera vez en muchísimos años”.
Además los datos tienden a darles la razón. Ya se ha visto como el dólar -que para los expertos es termómetro de una economía- está rompiendo récords históricos: ayer otra vez rozó los $800 y pese a que cerró en $795, significó un alza de $14. Mientras hay cientos de pymes afectadas y muchos trabajos que están funcionando a media máquina.
Pese a que la situación preocupa, los economistas tienden a ser cautos. “Mi opinión es que es una posibilidad real, pero solo una posibilidad y se puede revertir rapidamente”, dice Pablo Barberis, subdirector de Consultoría de Unegocios, de la FEN de la U. de Chile.
Sin embargo, todo depende cuánto dure el clima de incertidumbre sin que se logre un acuerdo y mientras estén presentes los hechos de violencia. “Eso termina generando un clima hostil para las inversiones, para que las persdonas confíen en su normal vivir, que no tienen certeza de si van a tener trabajo y eso va a generar ajustes”, indica Roberto Saavedra, economista y académico de Ingeniería Comercial de la U. Mayor.
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Si bien, Barberis recalca que “nadie responsablemente te puede decir que estamos al borde”, indica que mientras el escenario actual “persista en el tiempo es más grave para la economía, es complejo y cuesta recuperar”.
Empleo y consumo: claves
Uno de los motores de la economía es el consumo y es, precisamente, uno de los puntos más trastocados con la crisis. No solo el gran comercio, sino que el más pequeño ha sido afectado de alguna manera durante estas semanas de crisis, lo que redundaría en una afectación a puestos de trabajo.
“En la medida que esto no pare, las empresas se ven gravemente perjudicadas”, insiste Barberis, haciendo énfasis en las pymes. Añade que “eso va a provocar desempleo en la medida que la situación no mejora” y apunta a todo está encadenado ya que “el consumo interno lo vemos en las personas que tenemos sueldo”.
