El pasado domingo Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia luego de 13 años en el poder producto de la presión social, y la recomendación en tal sentido que le dieron los jefes de las FFAA y la policía.
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Morales arrancó de Bolivia con dirección a México, que le ofreció asilo político, y desde allá dio una entrevista a El País, en donde evita hacer un mea culpa y afirma que desea volver a casa.
Sobre el origen de su caída dijo que «el golpe de Estado empezó el 21 de octubre, después de las elecciones, con la falsa acusación de que había fraude. Ahora me doy cuenta de que la denuncia es el verdadero fraude. Durante dos semanas, se va intensificando y el golpe se consuma cuando la policía se amotina y pasa a ser golpista. Pedimos un diálogo con los cuatro partidos que tienen representación parlamentaria. Para evitar muertos y heridos, yo digo que no haya segunda vuelta sino elecciones y sin Evo candidato, con nuevos miembros del tribunal electoral. Y siguieron agrediendo. Hasta que renuncié».
En cuanto a la actitud del comandante en jefe de las FFAA, Williams Kaliman, Morales dijo que «no lo puedo entender, tenía buenas referencias de él. Yo había hablado con las FFAA, me dijeron que ellos se iban a mantener ahí. Después, pidieron mi renuncia. Es otra prueba más del golpe. Evidentemente, me siento traicionado, pero no sólo eso. Hemos invertido para equipar a las FFAA todos estos años, pero no para que vayan contra el pueblo, sino para defender la patria».
El ex presidente también se refirió a la solución que ve de la crisis que atraviesa su país. «Lo primero es que pare de haber muertos y heridos. Es responsabilidad del Ejército y la Policía Nacional. Con un presidente indígena nunca pensaron en el toque de queda, en el estado de sitio. Dan el golpe de Estado para defender a la gente pudiente. Usan los aviones y helicópteros para amedrentar al pueblo. Esto es un problema de clases. Mi pedido es que haya un diálogo nacional».
Cuando le preguntan sobre el tiempo que pretende estar en México, Evo dijo que «ahora mismo quiero irme. Si puedo aportar a la solución pacífica, después de mi renuncia, lo haré».
En relación al cuestionamiento de la elección, Morales declaró que «estoy convencido de que no hubo fraude. Nunca en la vida me ha gustado hacer algo ilegal. El tema de fondo es que no aceptan el voto indígena. Después del primer informe yo ganaba con el 7%, pero faltaba el voto rural, el voto indígena. Dije que íbamos a ganar. Rechazan el voto indígena, es regresar a tiempos del pasado, a tiempos de la colonia».
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Y cuando le preguntan por su insistencia en segur en el poder durante un cuarto mandato, el líder indígena declaró que «no tengo por qué arrepentirme. Acepté con fuerza y alegría que fueron mis hermanos los que me dijeron: Tu vida no depende de ti, depende del pueblo. Mientras haya vida, seguiré en política».
Por último se refirió a los países que le ofrecieron asilo. «Respeto y doy muchísimas gracias a Paraguay y a Brasil. México, obviamente, me salvó la vida. No puedo entender cómo Perú, con quien tenemos tanta amistad, con quien compartimos la misma historia, no permitió que el avión pudiese aterrizar en Lima».