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Acusan a Evo Morales de vivir con los lujos de un “jeque árabe”

La nueva ministra de Comunicación de Bolivia encabezó un recorrido que incluyó la taza del water del ex presidente.

Evo Morales ordenó el 2014 la construcción de la Casa Grande del Pueblo, un edificio de 29 pisos cuyo costo fue de 34,6 millones de dólares, en donde instaló sus oficinas y funcionaron varios ministerios, como el de Presidencia, Comunicación, Culturas y Energías.

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En la torre el renunciado presidente también tenía un lugar para vivir, y según las nuevas autoridades de Bolivia ostentaban lujos dignos de un rey.

La flamante ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, encabezó una visita de la prensa a las dependencias privadas del líder indígena y declaró al mostrar su pieza que “parece una habitación de un jeque árabe, el derroche de dinero que se ha hecho para la construcción de este palacio realmente es un insulto para todos los bolivianos”.

La torre es el edificio más alto de La Paz con un helipuerto en la cima, tiene una superficie construida de casi 31.800 metros cuadrados, se ubica donde antes estuvo una casa patrimonial, y está decorado con motivos de culturas originarias de Bolivia.

 

 

La suite de Evo Morales ocupaba un piso entero del edificio, que estuvo listo en agosto de 2018, que reemplazó en parte al viejo Palacio Quemado de La Paz, un edificio histórico justo a sus espaldas.

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«Para un lugar de descanso creo que no necesitas esto», insistió la ministra Lizárraga, mientras mostraba el baño de Evo que tenía literalmente el trono del ex presidente con el correspondiente papel higiénico, además de un jacuzzi con hidromasaje y un cepillo para darle brillo a su pelo liso.

En varias dependencias había vitrinas de madera y cristal vacías, en donde, según relató la ministra, los antiguos funcionarios sacaron varios objetos valiosos que fueron regalados al Estado boliviano, pero no precisó cuáles.

casa del pueblo

Lizárraga contó que en la madrugada del jueves un grupo de ex funcionarios llegó en vehículos e ingresó a las dependencias de la Casa Grande del Pueblo para llevarse objetos de valor y documentación clasificada.

«Tenemos reportes y testigos que han podido observar que han sacado en cajas varias cosas de estos ambientes», recalcó.

En los veladores de la pieza de Evo había varios objetos de uso cotidiano como hojas, lámparas, y una colección de la nueva serie de billetes de Bolivia. También quedó un marco con una foto, y a diferencia de la mayoría de la gente que pone imágenes de seres queridos, Morales tenía una foto de él.

Sobre el uso que le darán a las instalaciones, la ministra dijo que «no queremos utilizarlas porque no nos sirven». Informó que el futuro gobierno se encargará de determinar qué uso se dará a la edificación.

«El lujo es demasiado», aseveró la secretaria de Estado, quien durante el recorrido empleó términos como «palacete» y «locura» para describir el lugar, pero objetivamente no era para tanto.

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