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¿Letra chica en el quórum, “convención constituyente”, sin escaños para pueblos originarios? El debate sobre el acuerdo por la nueva Constitución que consiguió la clase política

El quórum de 2/3 causó suspicacias en varios. Algunos prefieren que haya sido de 3/5. Eso sí, expertos ponen foco en que no se establecieron escaños para pueblos originarios y paridad de género en la constituyente.

El acuerdo histórico por una nueva Constitución, que se consiguió en la madrugada de este viernes, es hasta ahora la primera victoria histórica de la ciudadanía que se movilizó. Para muchos fue una victoria rotunda ver a la tan cuestionada clase política sentarse por largas horas para llegar a un acuerdo. Para otros, algunos puntos son bien debatibles.

El quórum, la «convención constituyente», la inhabilitación y la composición de las comisiones técnicas y ciudadanas son parte de las suspicacias, pero, ¿qué dicen los expertos?

Nicolás Freire, cientista político y académico de la U. Central, dice que es «valorable que hayamos llegado a un acuerdo para llegar a una nueva Constitución y que eso pase por decisiones que debe tomar la ciudadanía en su conjunto. Esta es la guinda sobre la torta de un momento en la historia de Chile que probablemente es el más relevante, a mi juicio».

Lucía Dammert, doctora en ciencia política y académica de la U. de Santiago, coincide en el valor del histórico acuerdo. «Puso a la clase política a trabajar sobre una agenda que no era la suya hace un mes, que reconoció la necesidad de empujar algunas temáticas que tienen que ver con la definición de la organización de la distribución del poder».

Eso no quiere decir, dicen, que no haya cuestiones debatibles en el acuerdo. Algunas por las propias expectativas, y otras por omisiones derechamente criticables.

Quórum

¿Qué ocurre con quienes critican que el quórum de 2/3 para plasmar las ideas en la nueva carta magna es casi como volver a la lógica binominal?

Dammert dice que «la evidencia comparada internacionalmente muestra que hay muchos países donde el quórum de 2/3 es medianamente aceptable. Además, no es como inicialmente se pidió, que era que en aquellos temas donde no se tenía quórum, nos quedábamos con la constitución del 80. Por el contrario, donde las temáticas no consiguen quórum, pasa a ser una definición legislativa donde requiere mayoría simple. Por ende, esa estructura va a llevar a generar mecanismos de negociación como el que vimos ayer».

Por su parte, Freire indica que «me parece que es normal, técnico y presente en todos lados (el quórum). En varias partes del mundo se requieren de quorums mayores, de este tipo. Se entienden como normativas sensibles o que, en el caso de ser modificadas, deben hacerlo en base a un acuerdo mucho más amplio (…) No puedes dejar que una Constitución se rija por mayorías que pueden ser circunstanciales, coyunturales y movilizadas», argumenta.

Jaime Bassa, especialista en derecho de la U. de Valpo, señaló en Twitter que «el quórum de 2/3 es muy alto, pero como el órgano constituyente no será binominal, será muy difícil que opere como una trampa. No podemos confiarnos: nuestra participación en las elecciones constituyentes y en las deliberaciones es clave».

Críticas

Para los expertos, no definir las cuotas de género, de participación de pueblos originarios o el tiempo de inhabilitación de quienes participan del proceso constituyente, son los grandes ausentes. Además, que le hayan llamado «convención constituyente» en vez de «Asamblea Constituyente», es un mero eufemismo que salió de la negociación política.

Según el académico de la U. Central, hubo un punto donde los parlamentarios «si mostraron la hilacha, se vio que lo hicieron más menos acorralados y en la medida de lo posible».

«El año pasado tuvimos un movimiento feminista que marchó por Santiago y hoy en el acuerdo no se habló de cuotas de género en la comisión técnica mixta que tiene que establecer después las reglas precisas del funcionamiento del proceso constituyente», dice. «Se cayeron en los detalles. Para habernos tenido hasta las 3 de la mañana y fallar en estos detalles, ahí dejaron algo que desear», agrega.

Otra de las omisiones, según Freire, es no dejar explícito cómo serán vinculantes las instancias ciudadanas, como asambleas y cabildos.

Para la doctora en ciencia política de la Usach, en tanto, la gran victoria es el «plebiscito de entrada y salida», aunque, n efecto, sí faltó hacer explícito, por ejemplo, las cuotas para pueblos originarios o la paridad de género o representación civil, por decir algunas.

Junto a eso, aclara que la clase política no puede, en ningún caso, olvidar la agenda social y de justicia. (La agenda social) requiere ser re impulsada y requiere medidas que impacten directamente a la ciudadanía de ahora, para que no sean cosas de largo plazo. Y la segunda agenda donde no se zanjó nada es la agenda de justicia, porque durante estas últimas semanas hemos visto un uso abusivo de la fuerza por parte de Carabineros».

Bassa, por su parte, señaló en Twitter que las cuestiones pendientes son que «la constituyente debiera ser paritaria y con escaños para pueblos originarios. Además, debe generar las condiciones para evitar que los problemas de representatividad se proyecten a esta instancia: democracia participativa y directa», afirma.

Además, el abogado critica el período de inhabilitación para cargos públicos. «Se señala que habrá una inhabilidad sobreviviente para evitar que constituyentes sean candidatas o candidatos a elecciones luego de un año. Ese plazo parece bajo, considerando que los ciclos electorales son de 4 años. Creo que una inhabilidad de 5 años da mayores garantías», afirmó.

 

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