El gobierno de la autoproclamada presidenta interina Jeanine Áñez y el partido del ex mandatario Evo Morales buscaban el viernes acercamientos para restaurar la paz en Bolivia y celebrar elecciones en los próximos tres meses, en medio de fuertes movilizaciones de partidarios de Morales.
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El primer acercamiento se produjo el jueves en la noche con la renovación de la dirección de las cámaras legislativas, presididas por legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales.
“Queremos dar la respuesta más pronta para pacificar el país y para una elección sana, saludable y pronta”, dijo Mónica Eva Copa, que fue confirmada como presidenta del Senado con los votos del partido Unidad Democrática (UD) de Áñez.
Mientras el MAS busca no perder su personería jurídica, el gobierno interino exige que Evo Morales y Álvaro García Linera no puedan ser candidatos en unas próximas elecciones.
Además, la oposición propone que se alarguen los mandatos tanto del Ejecutivo como del Legislativo para asegurar la gobernabilidad del país hasta las próximos comicios.
Al momento ninguna de las propuestas han recibido solución, por lo que las negociaciones continúan en el país altiplánico.
“Tuvimos muchas reuniones, muchos encuentros, pero aún no hay nada oficial. Solo se quedó en llenar las acefalías en el Senado”, detalló el senador del MAS, Omar Aguilar.
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De esos esfuerzos participan la Conferencia Episcopal de Bolivia y Jean Arnault, el enviado especial del Secretario General de Naciones Unidas, que llegará a La Paz el viernes.
Convulsión
Todas las partes marcaron como prioritaria la restauración de la paz en un país convulsionado desde los comicios y donde más de 10 personas han muerto en las protestas que, en un primer momento, estuvieron impulsadas por opositores y líderes cívicos contra del fraude.
Ahora son los sindicatos afines a Morales los que se manifiestan a diario en rechazo a Áñez y pidiendo el regreso del ex mandatario.
El nuevo gobierno interino de Bolivia comenzó a recibir reconocimiento internacional, pero enfrentó desafíos a su legitimidad dentro de sus fronteras.
