Una vez más, la Plaza Italia es epicentro de manifestaciones de carácter pacífico, en el marco de la llamada crisis social que estalló en Chile y que el próximo lunes cumple un mes.
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Indignados por el fallecimiento de Abel Acuña, la noche del viernes, los manifestantes regresaron a la icónica plaza para exigir castigo a los responsables de este deceso.
Banderas de los equipos de fútbol, las peticiones por la renuncia del presidente Piñera y la exigencia de una asamblea constituyente, se fundieron en el dolor por la muerte de Acuña, joven de 29 años, oriundo de Maipú e hincha de la U.
La coronel Karina Sosa Muñoz, de la dirección de Derechos Humanos de Carabineros, expresó en punto de prensa que «no podemos adelantar juicios, sobre la lamentable muerte de Abel. Hay que colocar las cosas en contexto: nuestros funcionarios no podía trabajar por el ataque de 1000 personas, los rayos láser y las piedras. Como institución lo lamentamos».
En horas de la noche, manifestantes y personal de primeros auxilios hicieron una velatón, denunciando el accionar de Fuerzas Especiales.
