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El “desgobierno” que Piñera arrastraba desde antes del estallido social

El rol del parlamento ha sido clave, para los expertos, en el manejo de la crisis.

Dado el estallido social del último mes, las condiciones han puesto en jaque tanto al Presidente como a las instituciones. El primero, sin embargo, se ha llevado la mayor parte de las críticas. Más de 20 muertos, más de 200 personas con heridas oculares, y más de 10 mil de detenidos a nivel nacional se suman a un periodo previo en que la aprobación del Gobierno sólo bajó. La última encuesta Pulso Ciudadano reveló que sólo a un 9,6% llegó la aceptación de la gestión de Piñera, mientras que un 85% votó la desaprobación. Además una Acusación Constitucional y el “descuadre” de parlamentarios como Mario Desbordes han complicado el panorama. La ausencia, las apariciones, el manejo que ha tenido el parlamento en la crisis hacen a los expertos hablar de “desgobierno”.

“Efectivamente ha sido notoria la ausencia del Presidente, con algunas pocas excepciones, durante el último mes. Tal vez sabe que es una figura que polariza”, asegura el académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Robert Funk. “No creo que se pueda hablar de vacío de poder”, enfatiza el experto, «pero en un sistema tan presidencialista como el chileno, parece serlo”.

Para el académico del departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Octavio Avendaño, el «desgobierno» se siente desde antes de la crisis. “Hemos asistido una situación de desgobierno que se pone en evidencia en los días previos al 18 de octubre y culmina o ya se torna manifiesto, crónico, severo y evidente a partir del decreto de Estado de Emergencia que viene a reflejar el hecho de que el Gobierno estuviera complemente sobrepasado por una movilización que inicio por asuntos bastante concretos”, señala.

“Previo al estallido y previo a la manifestación de la evasión fuimos testigos de una serie de movilizaciones, las que culminaron de la misma forma, es decir, extensas, con mucha tensión entre los actores que se estaban movilizando con el Gobierno. El resultado siempre fue el mismo: tratar de dilatar la situación de conflicto, desgaste y autoritarismo”, apunta. Sin embargo, parece no funcionar. “De esa forma se intenta emplear pero no da resultado. Pareciera ser que otras alternativas no baraja el Gobierno más que la vía autoritaria y dilatar las situaciones o apuntar por el desgaste de las movilizaciones”, concluyó.

¿Qué pasará de aquí en adelante?

En cuanto a la situación de aquí en adelante de Sebastián Piñera, Funk asegura que el presidente saldrá débil. “Sin duda que Piñera sale muy debilitado de este episodio, y mirando hacia adelante tendrá que ajustar lo que fue su agenda política hasta el 18 de octubre”, aseguró. En la misma línea señala que los dos años que le quedarían al Gobierno pueden ser sopesados “en la medida que se mantenga un proceso político paralelo, por un lado lo constitucional y por el otro la agenda política más cotidiana, es posible que el gobierno pueda salir adelante. Habrá que ver también cómo siguen las protestas, y la respuesta del gobierno a ellas.”.

Por otro lado, y el más esperado por la ciudadanía, están las soluciones. Avendaño señala que el “protocolo” que ha seguido el Gobierno lo viene usando desde antes de las manifestaciones. , concluye.

Y en se sentido para ambos el rol del parlamento “ha sido clave, el de los partidos tanto de Gobierno y oposición porque han intentado establecer canales de diálogo. Es rescatable en cualquier crisis reivindicar la acción política sobre otro tipo de decisiones”, señala Avendaño. «Hemos visto cómo el Congreso logró el acuerdo constitucional, lo que indica que el sistema político sigue funcionando a pesar del hecho que el presidente optó por un perfil más bajo», culminó Funk.

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