El diputado por Sao Paulo, Frederico D’Avila, admira a su presidente Jair Bolsonaro y también a Augusto Pinochet, por eso pidió permiso en su Parlamento para homenajear la vida y obra del presidente chileno el 10 de diciembre, el día de los DDHH.
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El parlamentario pertenece al Partido Social Liberal, que consiguió el poder cuando Bolsonaro fue electo presidente, y manifestó que «Pinochet condujo su gobierno de forma brillante, impidiendo que el escenario dictatorial y violador de derechos humanos cubano y soviético de la época se instalase en el seno de la sociedad chilena”.
«La visión comunista de esos hechos nunca entenderá el bien que él hizo a aquel país y a América Latina. Pinochet acabó la era de exaltar terroristas como si fueran héroes. En 17 años de su gobierno transformó Chile en la economía más pujante América Latina”, agregó D’Avila.
El cónsul francés en San Pablo se molestó por la idea del diputado y declaró que “el homenaje previsto al dictador chileno, Pinochet, no es sólo un insulto a la memoria de las víctimas, inclusive francesas, de un régimen cruel. También es una prueba del desinterés total por los Derechos Humanos celebrados internacionalmente el 10 de diciembre”.
Y parece que el cónsul tuvo éxito con su protesta porque el presidente de la Asamblea Legislativa de San Pablo, Caue Macris, informó que prohibirá el homenaje al militar chileno.