El mejor dato en seis años, justo antes que estallara la crisis. Las ventas reales de comida de servicio rápido a nivel nacional registraron un crecimiento real anual de 11,7% en el tercer trimestre, según el indicador que elabora el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC).
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Se trata del mejor dato desde 2013, pero cuyo balance cierra en septiembre, con anterioridad a que partiera el estallido social. De esta manera, si el rubro acumulaba un alza de 7,4% real en los primeros nueve mes de 2019, para la última parte del año, los datos pintan menos halagüeños.
“Según nuestras estimaciones, creemos que estos buenos resultados que traía el sector se verán fuertemente afectados en el último trimestre, ya que este rubro ha sido uno de los más dañados, tanto por las pérdidas materiales de locales saqueados, como por la baja en la demanda y los efectos en los horarios de funcionamiento que han sufrido”, Bernardita Silva, gerente de Estudios de la CNC.
Y es que según los datos recogidos por el gremio de parte de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), en octubre solo 33% de los locales gastronómicos del país pudo abrir de manera normal las últimas dos semanas y 23% tuvo que cerrar. Mientras en noviembre se sumaría una baja demanda y que aún existen horarios restringidos de funcionamiento.
El menor consumo también repercutiría en lo que las personas también desembolsan por este ítem, contrario a lo que se dio en el tercer trimestre del año, también justo antes que empezara la crisis, cuando el consumo promedio por boleta (expresado en pesos de septiembre 2019) alcanzó un valor de $5.060, un alza real de 3,7% respecto a igual período de 2018, resultado positivo tras la baja de 1,3% de los tres meses anteriores.
Delivery restringido
Desde la CNC subrayaron que la importante alza del tercer trimestre en las ventas del sector responde, principalmente, a la influencia de las apps de delivery y la propia competencia entre ellas. Pero debido a las consecuencias de las manifestaciones de la crisis, su actividad también disminuyó, por lo que también serían responsables de la esperada caída que tenga el sector.
“En este mes, muchos de los restaurantes asociados a la plataforma han visto afectados sus horarios normales de funcionamiento y sus ventas”, indica Verónica Jadue, gerente de Comunicaciones de Uber Chile.
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En tanto, desde PedidosYa cofirman que “ciertamente que las últimas semanas hemos percibido un cambio en el comportamiento del consumo de nuestros usuarios” y hacen notar que también está asociado por una menor oferta disponible, lo que fue más crítico durante la primera semana del conflicto, debido a la alteración de los horarios de los locales de comida por el toque de queda y a lo complejo que era para los repartidores trasladarse.
En ese sentido, Jadue indica que en las últimas semanas “hemos suspendido las áreas de operación de Uber Eats en todas las zonas donde se han ido registrando incidentes”, interrumpiendo aún más las ventas.
Pese a todo, las empresas son optimistas. “La realidad es que las instancias de consumo ya se está normalizando”, afirman en PedidosYa y explican que “lo que está ocurriendo es que los usuarios están adelantando sus compras, para que cuando lleguen a sus hogares las tengan disponibles”.