En la era de la información instantánea, cuando se pensaba que todos estábamos aislados de nuestro entorno, resultó ser que nos unimos de una manera que no pensábamos, o así nos lo han demostrado los grandes estallidos sociales que han remecido al mundo este año.
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Durante las últimas semanas Latinoamérica se ha llevado la atención de los medios internacionales. Primero el estallido social en Ecuador que se detonó el 3 de octubre y se extendió por 11 días producto de la cancelación del subsidio al transporte. Diez personas perdieron al vida.
Chile lo siguió el 18 de octubre con protestas diarias que se mantienen hasta el día de hoy, con un saldo de más de 20 muertos. Aquí se busca un cambio del sistema para poner fin a la inequidad y mayores derechos sociales.
Por su parte, Bolivia salió a las calles casi a la par que en nuestro país, pero acusando fraude en las elecciones presidenciales, lo que llevó a la renuncia de Evo Morales. No obstante, tras su dimisión, las manifestaciones se mantienen ahora contra el manejo del gobierno interino autoproclamado. A la fecha hay 34 víctimas fatales, según la Defensoría del Pueblo.
Haití también se encuentra en medio de un gran estallido que, inclusive, ha llevado a las policías a las calles en busca de mejoras sociales. El país, que no se pudo levantar tras el devastador terremoto, vive una potente crisis por la falta de comida y combustible. Más de 40 personas han fallecido mientras exigen casi diariamente la renuncia del presidente Jovenel Moïse desde el 16 de septiembre.
Los analistas se mostraron escépticos de que las protestas en Colombia pudieran generar una agitación prolongada, similar a la ocurrida recientemente en Bolivia, Chile y Ecuador, y destacaron la falta de factores que unifiquen a un país dividido que tiene uno de los mejores desempeños económicos de la región. “No sé si haya realmente un rechazo del sistema político en general”, dijo Yann Basset, profesor en la Universidad del Rosario de Bogotá.
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No sólo en la región
Tras la sentencia contra los líderes del proceso independentista del 14 de octubre, los catalanes se levantaron en masa para protestar en busca de su liberación e independencia. Estas se mantienen, pero con menor intensidad que durante las primeras semanas.
Las manifestaciones en Hong Kong comenzaron el 31 de marzo en contra de la ley de extradición a China, pero a pesar de su abolición se mantienen con fuerza hasta hoy demandando una mayor democracia y autonomía del gigante asiático.
Multitudinarias movilizaciones comenzaron el 1 de octubre en Irak contra la élite gobernante a la que acusan hasta hoy de enriqueserse y servir a potencias extranjeras, pronto incluyeron peticiones para derrocar el sistema sectario del país. El sangriento manejo ha dejado un saldo de más 300 personas muertas en nueve provincias del país.
Por su parte, en el Líbano continúan las protestas que iniciaron el 17 de octubre contra los impuestos a redes sociales, protestas que se han tornado contra el gobierno. Se han registrado dos muertos.
En este recuento no podemos olvidar las protestas de chalecos amarillos en Francia, que dejan más de diez muertos- Éstas comenzaron en octubre del 2018 y que se extienden hasta hoy, pero con menor intensidad.