La reina Isabel II ha decidido castigar al que solía ser su hijo favorito, el príncipe Andrés, luego de que este hablara públicamente sobre su amistad con Jeffrey Epstein, un pedófilo que se suicidó en el mes de agosto en una prisión de Nueva York por presentar fuertes cargos de tráfico sexual.
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El duque fue cuestionado por el caso Epstein durante una entrevista para la BBC en la que se mostró material fotográfico y denuncias de Virginia Roberts, quien asegura haber sido obligada a tener relaciones con el monarca cuando tenía 17 años de edad y en 3 oportunidades, a través de Epstein.
Andrés negó en todo momento las acusaciones de la mujer, que dio detalles de los abusos sexuales perpetrados en Londres en el 2001, en Nueva York y en una isla privada del Caribe.
“No ocurrió. Puedo decir categóricamente que nunca pasó. No me acuerdo haber conocido a esta señora”, aseveró el hijo de la Reina durante la entrevista.
El príncipe Andrés es desterrado
Luego de este bochornoso evento que mancha la reputación de la Casa Real Británica, la reina Isabel II, bajo asesoría de su otro hijo Carlos y del príncipe William, ha tomado la decisión de que Andrés abandone el palacio de Buckingham, se retire de la vida pública y ha cancelado la gran celebración que preparaba por el sexagésimo cumpleaños del monarca, reseña Infobae.
Detrás de la decisión, se encuentra el duque de Cambridge, quien al parecer no tenía una buena relación con su tío por lo que sugirió que el retiro era lo más “correcto”, según una fuente de The Sunday.
La hija de Andrés de York, la princesa Beatriz, fue la autora intelectual de conceder esta entrevista por lo que aseguran se siente culpable ante el escándalo suscitado.
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Solo su ex esposa, Sarah Ferguson, ha declarado su apoyo a su marido diciendo que “estaba orgullosa de este gigante de principios”.
La gran fiesta por los 60 años de Andrés ahora será una pequeña cena familiar para evitar mayores desastres, de acuerdo con Sunday Times.