A pocos días de que el lunes comience la cumbre climática mundial en Madrid COP25; sí, esa misma que se iba a hacer en Chile, el Parlamento Europeo decretó emergencia climática en el Viejo Mundo en una votación de 429 votos a favor y 225 en contra.
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El objetivo de los europarlamentarios es mostrar su apoyo a la toma de medidas más fuertes para frenar el calentamiento global.
Además de declarar la emergencia climática, la resolución insta al nuevo Ejecutivo continental, presidido por Ursula von der Leyen, a evaluar «plenamente» el impacto climático y medioambiental de todas las propuestas legislativas y presupuestarias pertinentes.
El Parlamento considera que los objetivos actuales de recorte de las emisiones en los sectores del transporte marítimo y la aviación son poco ambiciosos. En su opinión, todos los países deberían incluir a estos sectores en sus planes nacionales de contribución. Los eurodiputados también plantean la inclusión del sector marítimo en el sistema europeo de comercio de emisiones.
Los Verdes presentaron su propia resolución, más ambiciosa y con cifras claras, como el de pedir a la comisión que proponga una ley climática europea con un objetivo vinculante de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 65% para el año 2030, respecto a los niveles de 1990. Finalmente, como no tuvieron los votos, el grupo ecologista se ha sumado a la propuesta de socialdemócratas, liberales y la izquierda.