Este lunes, se revelaron los resultados de las últimas encuestas correspondientes al mes de noviembre. El Presidente Piñera sigue a la baja, principalmente por efecto de las manifestaciones sociales que comenzaron en octubre y aún están presentes. En ambas encuestas, Plaza Pública Cadem y Pulso Ciudadano de Activa Research, la aprobación del mandatario se desplomó, alcanzando mínimos históricos.
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En el caso particular de Cadem, la aprobación de Piñera se llegó hasta el 10% y su desaprobación alcanzó el 82%. La aprobación es dos puntos más baja que la medición anterior, donde su aprobación era de un 12% y su desaprobación de un 81%. Por otra parte, la encuesta Pulso Ciudadano lo sitúa aún más abajo: el mandatario solo tiene un 8,8% de aprobación. Bajó 8 puntos porcentuales respecto a la medición de octubre, que fue un 17,3%. Mientras que la desaprobación subió un 83,8%, aumentando 9 puntos respecto a la medición de octubre. ¿Seguirá en bajada? ¿Cuál sería el mínimo que podría alcanzar?
Cifras como remezón
Daniel Ibáñez, presidente de Fundación Participa, señaló a Publimetro que «tener un 10% o menos de aprobación es una situación grave, más aun en un país presidencialista como Chile». El abogado espera que estas cifras sirvan como remezón al gobierno para generar un cambio de mirada.
«Se están concentrando demasiado en la agenda de la represión, cuando lo que se necesita ver aquí son liderazgos que se atrevan a tomar medidas más profundas respecto a la agenda social», añadió. Ibáñez agrega que la deuda pública del Estado de Chile es de un 20% y que se podría llegar cómodamente a un 40 o 45%. «Están las condiciones económicas para que puedan presentar medidas audaces y no los típicos e insuficientes parches que estamos viendo ahora», señaló.
Agenda social sigue siendo la clave
Pablo Valderrama, director ejecutivo de Idea País, también considera que la agenda social es lo único que podría sacar al mandatario de estas oscuras cifras. «Estos números no revelan nada muy novedoso. Acá la gente quiere cambios, se debe impulsar la agenda social y erradicar la violencia», señaló.
«Lo que debe hacer el gobierno y sobre todo el Presidente, es plantear una reforma estructural social potente, y también, una hoja de ruta constitucional. Esto, porque la gente no ve señales fuertes sobre la Constitución, y tras el recordado acuerdo, lo único que se estableció en el inconsciente colectivo es que eso tiene altas probabilidades de caerse. Estamos repletos de incertidumbres», añadió. Valderrama considera que ara detener esto, el presidente debe recuperar su liderazgo y demostrar que tiene la capacidad de sentaron todos en la mesa por un país mejor. «Aunque algunos se resten, aunque otros vean ir a esas reuniones como una derrota, pero se necesita una señal de liderazgo», concluyó.
