La Comisión de Constitución del Senado aprobó en general, por 4 votos contra uno, la reforma constitucional presentada por el Gobierno busca que las Fuerzas Armadas resguarden infraestructura crítica luego que el Presidente declare un «estado de alerta».
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El proyecto fue presentado por los ministros del Interior, Gonzalo Blumel, y de Defensa, Alberto Espina, luego de que se le sugiriera el Ejecutivo ingresar la iniciativa por este mecanismo para que tenga una mejor posibilidad de lograr su aprobación.
La iniciativa establece la posibilidad de determinar por parte del Ejecutivo un estado de alerta, en el caso de que se establezca un riesgo o ataque probable a infraestructura crítica en el país.
La idea legislativa fue patrocinada por los senadores Carmen Gloria Aravena y Kenneth Pugh, quienes valoraron la aprobación del proyecto por parte de la comisión.
“Como país contamos con un sinnúmero de infraestructura considerada clave para el desarrollo y desenvolvimiento de las personas en su vida cotidiana, las cuales deben ser debidamente resguardadas por el Estado, especialmente en situaciones de crisis, cuando existe una amenaza probable de ataque sobre ellas y por eso es urgente tramitar esta iniciativa que permite a nuestras Fuerzas Armadas resguardar, por ejemplo, instalaciones de telecomunicaciones, aeropuertos y hospitales”, sostuvo Aravena.
Por su parte, el senador Kenneth Pugh indicó que “La infraestructura crítica es esencial para la vida y por eso, frente a situaciones de riesgo se debe resguardar de la mejor forma posible con todos los medios que tiene el Estado de uso de fuerza legítima, incluida las FF.AA. No sólo debe existir resguardo físico, también debe existir un resguardo digital ante las ciberamenazas y ciberataques que también son paralizantes de esta infraestructura”.
Este proyecto de ley considera que el mando militar lo tenga el Ministerio de Defensa y que el orden público se mantenga en el Ministerio del Interior, para así controlar las policías.
En las consideraciones de la iniciativa, se declara que actualmente no existe una definición normativa sobre infraestructura crítica para nuestro país, sin embargo la experiencia mundial apunta a que existen a lo menos doce sectores clave para el progreso social y económico del país, agrupados en tres ejes estratégicos: infraestructura que nos sostiene o basal (agua, energía y telecomunicaciones); infraestructura que nos conecta o de apoyo logístico (vialidad interurbana, aeropuertos, puertos y ferrocarriles) e infraestructura que nos involucra o de uso social (vialidad urbana, espacios públicos, educación, hospitales, instituciones financieras, seguridad pública, salud, administración pública y protección civil).
