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“La clase media siente que han abusado de ella durante años”: Sebastián Edwards analiza el estallido social y estima que habrá “un vuelco hacia un capitalismo más inclusivo”

“El modelo agoniza. Como en la novela de Faulkner, el desenlace es cierto: es la muerte del modelo. Lo que no sabemos es cuánto demorará el proceso, si será lento o rápido. Tampoco sabemos, exactamente, qué lo reemplazará”, afirmó el economista.

El economista chileno Sebastián Edwards analizó el estallido social que vive nuestro país, afirmando que «habrá un vuelco hacia un capitalismo más inclusivo».

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En entrevista con el diario español El Mundo, el académico de la UCLA en California afirmó que cree que la convulsión que existe en Chile se debe a que «la clase media siente que han abusado de ella durante años. Simplemente se hartó».

«Hay que recordar lo siguiente: en 1990 un 53% de los chilenos vivía bajo la línea de la pobreza; en 2018 tan solo 8% eran pobres. Vale decir, 40% de la población (un número enorme) pasó de ser pobres a ser clase media. Pero es una clase media muy vulnerable. Son personas con aspiraciones y miedos, especialmente miedo de volver a caer en la pobreza. Los distintos gobiernos le fallaron a esta clase media, la que fue acumulando rabia y resquemores, la que fue sintiendo pasada a llevar, la que se sintió humillada», expresó.

Al ser consultado si cree que «se acabó el modelo chileno», respondió que «el modelo agoniza. Como en la novela de Faulkner, el desenlace es cierto: es la muerte del modelo. Lo que no sabemos es cuánto demorará el proceso, si será lento o rápido. Tampoco sabemos, exactamente, qué lo reemplazará».

«Usted ha hablado de la paradoja chilena: que el modelo que más ha reducido la desigualdad en la región ha sido el primero en ser tumbado por el pueblo. ¿Cómo se explica?», consultó el medio a Edwards.

Al respecto, indicó que «mi explicación es simple: hay más de un concepto de desigualdad, más de una manera de entender el fenómeno».

«Por un lado, está la desigualdad de ingresos o desigualdad vertical, la que miden los economistas con el coeficiente de Gini. Esta es la que ha caído bastante rápido, aunque aún es alta. Pero hay un segundo concepto, que adquiere gran importancia una vez que los países han alcanzado cierto grado de desarrollo. Se trata de la ‘desigualdad horizontal’ o desigualdad de trato; desigualdad de acceso a bienes públicos como áreas verdes y de esparcimiento, desigualdad ante la ley, desigualdad con respecto a acceder a ciertos puestos de trabajo. Es lo que la filósofa Elizabeth Anderson llama la ‘desigualdad relacional’. Y es en este ámbito donde Chile anda mal, muy mal. Las falencias están capturadas en el índice Better Life de la OECD. Cuando uno lo analiza, Chile ya no aparece como el paraíso o el oasis del que tantos hablaban. Hay abusos, humillaciones, mal trato. La gente siente que no la respetan, sienten una falta de dignidad».

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Sobre la imagen del Presidente Sebastián Piñera, manifestó que un mandatario «con una riqueza enorme, un presidente que aparece en la lista anual de Forbede los billonarios, no tiene la imagen del ‘hombre de la calle’. Se le piensa, correctamente, como alguien con grandes privilegios. Y eso no es saludable en la política, especialmente en situaciones de crisis sociales en los que se cuestiona la legitimidad de los políticos».

Consultado sobre cuál cree que será el final de este proceso, Edwards expresó que «es una pregunta de varias dimensiones. En lo económico, y en el mediano plazo, esto termina con un repliegue sustancial de las políticas neoliberales, con un vuelco hacia un modelo de capitalismo más inclusivo, con muchos mayores elementos de socialdemocracia. En lo inmediato, es difícil saber cómo termina la violencia. Todo el mundo está tratando de evitar la salida de los militares a la calle. Eso es esencial».

«¿Qué elementos lo condicionarán?», le preguntó el medio, ante lo cual respondió finalmente que «ha habido una enorme falta de coraje y de visión por parte de los políticos. No ha habido ni una sola ‘voz de la razón’. Nadie a quien admirar y cuyas ideas hagan sentido en forma transversal. Lo ideal es que surgieran varios líderes con esta voz razonable, interlocutores en una gran conversación nacional».

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