El 18 de octubre Metro de Santiago cambió su cara. Fueron quemadas 20 estaciones y con eso el traslado de los santiaguinos se vio duramente perjudicado. La firma comenzó a trabajar en la recuperación de estos espacios, pero otras, derechamente quedarán operativas durante el 2020.
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El costo total de la reconstrucción de este medio de transporte supera los 370 millones de dólares.
Una de ellas es Baquedano, estación ubicada en plena Plaza Italia y donde se han centrado las manifestaciones pacíficas, como además hechos de vandalismo, que tienen a la estación incendiada y completamente cerrada en su acceso principal, el cual se encuentra enterrado bajo piedras y mobiliario.
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Es así como su apertura, programada entre enero y abril del próximo año, tendrá que llevar consigo cambios importantes. Uno de ellos es el traslado de la comisaría que se encuentra al interior de la estación.
«Probablemente la comisaría va a tener que moverse a otra estación, aunque es importante reconocer la tarea de Carabineros al interior de Baquedano, que partió como tenencia para enfrentar el comercio ambulante, pero tenemos que pensar donde reubicarla», explica el presidente del directorio de Metro Louis de Grange.
En el inicio del estallido social, se denunció que al interior de la estación Baquedano funcionaba una especie de centro de torturas, lo que provocó el malestar ciudadano, pero cuyas acusaciones fueron desestimadas por el Ministerio Público.
Pero esta no sería la única modificación que deberá sufrir la estación, ya que los accesos también están siendo analizados. «Tenemos que repensar los accesos, los portones, tiene que ser de otro estándar», agrega De Grange, respecto a las entradas al recinto, las cual han sido gravemente vandalizadas.
No obstante, Baquedano tiene una particularidad en su ingreso, que es el foso en la entrada principal, el cual también debería ser modificado. «No hay nada concreto, sólo evaluando», respondió De Grange a Publimetro.
Sin embargo, Baquedano no será la única que tenga modificaciones, ya que los hechos ocurridos desde el 18 de octubre en Santiago, obligarán a un rediseño de las futuras líneas del tren subterráneo, como la 7,8 y 9. «Hay aspectos de seguridad que tenemos que replantearnos, ya que el espacio Metro ha tratado de contribuir, hacer un aporte al entorno, usábamos mucho material transparente y eso hay que analizarlo», precisó el ejecutivo a Radio Cooperativa.
«El diseño de las futuras líneas tiene que hacerse cargo de los hechos que se han visto, quizás hay que repensar la estación Baquedano de la Línea 7, la ubicación, el diseño», agregó.
Infraestructura crítica
Louis de Grange además explicó que las estaciones del Metro deberían ser consideradas como infraestructura crítica. Esto en medio de la discusión del proyecto de ley que busca que las Fuerzas Armadas resguarden este tipo de lugares.
«En varios países del mundo, las infraestructuras de transporte -como los puertos, los aeropuertos, estaciones de metro, los talleres y varias otras cosas- cumplen un rol crítico y, a mí personalmente, me ha tocado ver a militares en algunas estaciones», dijo. Además agregó que «dado el daño que recibieron, yo creo que sí debería ser considerada infraestructura crítica», sostuvo.
La 60ª Comisaría
En 1998 se inauguró la tenencia Metro, en el mismo lugar donde se encuentra actualmente. Durante el 2013, debido a la demanda de servicios policiales al interior del ferrocarril metropolitano se elevó a comisaría.
Los delitos más recurrentes al interior del tren subterráneo, de acuerdo a la mayor Paulina Vera, son el hurto y el robo por sorpresa.
«Hemos detenido a muchas personas por estos delitos, además hemos entregado a usuarios del ferrocarril especies que le han hurtado cuando se trasladan en este medio de transporte. Dentro de los productos son especies personales celulares, entre otras cosas», precisa la efectivo policial.