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Reconocimiento facial en Las Condes: El nuevo ‘chiche’ en Chile que abre el debate sobre orden público y privacidad

El alcalde Joaquín Lavín implementó un software de última generación hace 30 días. Ya firmaron un convenio con la PDI, pero piden sumar toda la base de datos gráfica del Registro Civil. Otras organizaciones claman por una ley que regule su uso antes de ser implementada en masa.

En una sala de 4×3 metros, en el edificio de Seguridad Ciudadana de Las Condes, se encuentra el último ‘chiche’ del alcalde Joaquín Lavín para la seguridad de su comuna: un software de reconocimiento facial de última tecnología.

Luego de ser pionero en el uso de globos con cámaras y drones de vigilancia, la comuna arremete con un sistema que, aunque resistido, ya se impone en Asia y Europa . «Aquí tenemos un software súper moderno, que tuvo un costo importante para el municipio, del orden de $250 millones -200 mil dólares-. Queremos ponerlo a disposición de las policías y Fiscalía», explicó el jefe comunal a Publimetro.

Van 30 días desde que el software, traído desde Francia e implementado por el FBI, está operando como plan piloto. Según dicen desde el municipio, el algoritmo que adquirieron, llamado MVI (Morpho Video Investigator), está entre los tres con mejor desempeño del mundo.

El mecanismo puede monitorear en tiempo real datos faciales de las cerca de 700 cámaras de televigilancia en la comuna. Eso sí, son sólo 10 cámaras las que puede procesar el software en simultáneo. «Originalmente, pusimos las 10 cámaras en salidas de metro. La idea era detectar cuando llegaba algún delincuente habitual de Las Condes. Después, con el estallido social, nos dimos cuenta que su uso no se limitaba a eso», cuenta Lavín.

La comuna consiguió un convenio con la Policía de Investigaciones (PDI). Además, Carabineros y Fiscalía se han paseado por las dependencias de Seguridad Ciudadana para monitorear cómo trabaja el software anti delitos.

«El convenio con la PDI los habilita a instalarse acá, manejar ellos el software y hacer match con su base de datos. A partir de los próximos días, aquí debería haber 24/7 una persona de la PDI. No será el municipio el que haga uso de estos datos, justamente por la privacidad de los datos», afirma el alcalde.

Pese a que en Las Condes han habido saqueos durante el estallido social, indican que las cámaras captaron 100 horas de video por distintos destrozos. Y el software, en 15 minutos, identificó a 5 sospechosos involucrados en daños a inmobiliario.

Igual hay un pero. El municipio alega que hacen el reconocimiento «a la antigua», es decir, rastrean rostros por redes sociales para que el software haga el match. Por eso, lo que piden, que no es poco, es adquirir la base fotográfica completa del Registro Civil.

Lavín argumenta que están «utilizando sólo una pequeña parte del potencial del software (…) tendiendo una gran base de datos, que cumpla con los estándares de iluminación, foco y contraste, ahí funcionaría al 100%. El sistema es tan bueno, tan preciso, que logra más de lo que uno creería».

Las dudas sobre su funcionamiento

La implementación del reconocimiento facial ha sido polémica en todo el mundo. De hecho, no pocas organizaciones dudan de su efectividad y la tildan de una flagrante violación a los derechos de privacidad.

Pedro Huichalaf, académico de la U. Mayor y ex subsecretario de Telecomunicaciones, cree que la «primer duda» que genera es que «no existe una fórmula para acreditar su fiabilidad», además de que existe el dilema de «quien gestiona el software, guarda los datos y da custodia a esa información».

Jorge Jaraquemada, presidente del Consejo para la Transparencia (CPLT), plantea que si bien esta tecnología «puede resultar de gran utilidad en prevención de delitos, investigación y persecución penal, (…) su uso plantea una serie de preocupaciones en lo relativo a la protección de la privacidad y de los datos de carácter personal».

El CPLT explica que su símil en Reino Unido, el Information Commissioner’s Office (ICO), indagó su uso en lugares públicos y reconoció que «puede constituir una amenaza potencial para la privacidad».

¿Hay posibilidades de ‘falsos positivos’? Según el municipio, el software no debería presentar un margen de error superior al 3%.

En ese sentido, Jaraquemada señala que de acuerdo con información la propia PDI entregó al Consejo, a propósito de la implementación de reconocimiento facial en un mall capitalino, la propia policía determinó que «no presenta, por el momento, niveles satisfactorios de precisión y efectividad».

«Además estos mecanismos no discriminan entre las personas respecto de las cuales recaban información, resultando en tratamientos de datos masivos y altamente intrusivos», continuó.

Para la autoridad, la implementación del reconocimiento facial requiere de un nuevo proyecto de ley como mínimo, y no un simple acuerdo entre una municipalidad y las policías. «Esto pone en evidencia la urgencia de avanzar en la tramitación del proyecto que moderniza nuestra Ley sobre Protección de la Vida Privada, que actualmente se discute en el Senado», indicó el CPLT.

Por su parte, Huichalaf dice que la tecnología viola la constitución, que consagra la privacidad de los datos -en este caso biométricos-. «Si una persona sabe que le están capturando información como los datos faciales, en este momento podría presentar un recurso de protección o ante la Corte de Apelaciones, porque están tratando datos personales sin previa autorización», indicó.

¿Por qué el reconocimiento facial necesita la foto del carnet?

«Reconocer una cara no es tanto sencillo como lo pintan las películas. Hoy el computador más grande del mundo, de 160 mil núcleos, que está en el Laboratorio Nacional de Argonne, en Illinois, no puede reconocer el vuelo de un pájaro entremedio de los árboles», dice el doctor en física e investigador de la U. Central, Juan Luis Palma.

El experto explica que los sistemas de reconocimiento facial se basan en el contraste. «El reconocimiento se basa en una buena captura. Si te fijas, la foto del carnet nuevo son de alto contraste. La piel es casi blanca, los rasgos están suavizados y deja sólo los que necesita el software. Usa una escala entre blancos y negros».

Es por eso, dice Palma, que Las Condes necesita las fotografías del registro civil. Y aquí un dato curioso: en la foto de carnet no puede haber sonrisas no porque la foto debe ser seria, sino porque el color blanco de los dientes dificulta el balance de contraste en la fotografía.

El contraste, a su vez, hace que el color de la tez de una persona pueda ser clave. «Los sistemas funcionan al 95% con personas blancas, pero cuando tienes a alguien de color la eficiencia es del 35%, por los problemas de contraste».

 

 

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