Durante la mañana de hoy fue publicado en el medio español «El mundo» una entrevista al ministro de relaciones exteriores de Chile, Teodoro Ribera. En ella, el mandatario asume los errores cometidos por el gobierno. Sin embargo, señala que la mayor queja de los chilenos en este estallido social no significa que ellos «quieran un cambio radical del sistema político y económico que les ha sacado de la pobreza» sino que están pidiendo un Chile»sin abusos»- por parte de la administración, y las élites políticas y económicas.
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¿Interferencia internacional?
En esta oportunidad, a Ribera se le aprovechó de preguntar con respecto a unas declaraciones anteriores, donde señaló que se registró un aumento de tuits relacionados con el estallido social, los cuales provenían del extranjero. Ante esto él respondió que efectivamente » entre el 18 y el 19 de octubre se registró un incremento del 9 por ciento en los tuits proveniente de un país de Europa Oriental. El 60% de los tuits que venían desde allí estaban dirigidos a Chile y su contenido estaba destinado a apoyar las manifestaciones, a alentarlas y generar el desconcierto».
También agregó que «el 40% estaban orientados hacia el extranjero para generar una mala imagen (de Chile). Quiero puntualizar que cuando se habló de interferencia en las elecciones de EEUU se estimó que se trataba de un 1 por ciento de tuits. Esto ha sido 900 veces mayor que la posible influencia que tuviera ese tercer país en las elecciones de EEUU».
Ante sus declaraciones, desde el medio se le insinuó a Ribera que el país en específico que no quería nombrar es Rusia, a lo que el ministro respondió «eso lo dices tu, no lo digo yo. En cualquier caso nosotros no justificamos lo que ocurrió en base a esto».
¿Una falla del sistema?
En cuanto al mismo tema de el estallido social, a Teodoro se le preguntó si creía que este se debía a a una falla del sistema, a lo que él finalmente respondió que «bueno, bajo esa perspectiva hay mayor igualdad en Venezuela, allí todos son pobres.. (lo dice entre sonrisas). Mire, el sistema de Chile ha permitido que sea el país latinoamericano con el mayor desarrollo, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Lo que pasa es que cuando la gente abandona la pobreza tiene nuevas inquietudes culturales y sociales».
Además, añadió que «lo que le preocupa a la clase media chilena es no perder los avances que hemos conseguido cuando se enfrenten a la jubilación, o se queden en el paro o sufran una enfermedad. La clase media chilena no pide un cambio radical del sistema político y económico, que les ha permitido salir de la pobreza. Lo que piden es no volver a ella«.
También, dio a entender que la crisis «es fruto de una multitud de factores y no es algo que se pueda atribuir a este gobierno. Es algo que se arrastra«.
Finalmente, desde el medio se le preguntó al ministro el motivo por el cual no se pensó cambiar antes la constitución creada durante la dictadura de Pinochet, a lo que respondió:»La discusión constitucional no va a conducir a colmar las demandas sociales. La discusión en Chile es algo más profundo y se refiere al rol del estado».