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Encuentran primeras pistas en el Mar de Drake: el colosal despliegue para dar con el Hércules C-130

El trozo de esponja encontrado a 30 kilómetros del último contacto con los pilotos permitió focalizar los esfuerzos de los buques. Por aire, apoyan al menos 17 aeronaves e incluso satélites, mientras el domingo llegaría la segunda embarcación con radar.

Aire, mar, espacio y territorio submarino. Todos los frentes están siendo cubiertos en el colosal plan logístico de búsqueda del Hércules C-130 que se extravió antes de llegar a la Antártica con 38 personas este lunes, y que tienen a la Fuerza Aérea y la Armada trabajando de Sol a sombra.

Hasta ayer eran unos 960 kilómetros cuadrados donde una serie de aviones y embarcaciones, nacionales y extranjeras, trabajan para rastrear la aeronave. Sin embargo, luego de que el general de Brigada Aérea de la Fach, Eduardo Mosqueira, confirmara ayer el hallazgo de una esponja, que correspondería a parte de un estanque de combustible que podría ser del C-130, la investigación tomó otro rumbo.

La única referencia concreta del Hércules extraviado era que a las 18.13 del lunes fue la última comunicación con el piloto de la aeronave antes de perderse el rastro. Pero fue crucial: la esponja, que presuntamente correspondería al modelo de avión C-130, fue encontrada a unos 30 kilómetros desde el punto donde se le perdió el rastro.

La búsqueda se definió por cuadrantes. Por mar fueron 5 buques de ejército -dos chilenos, dos argentinos y un brasileño-, los que estaban encargados de custodiar cuatro zonas de 80 x 80 kilómetros cuadrados cada uno. Sin embargo, fue la embarcación civil de bandera, Antartic Endeavour, la que halló la esponja en el tercer cuadrante aéreo (tercero de la Armada).

A falta de que los peritajes que se harán en Punta Arenas y la posible confirmación de que la esponja sí correspondería al avión, por aire son 17 aeronaves las que sobrevuelan el Mar de Drake -12 nacionales y 5 extranjeras-. La flota custodia un área de 700 x 250 kilómetros, dividido en 6 cuadrantes.

El plan inicial de la Armada, que cumple una labor más detallada, era que cada buque «limpiara» su cuadrante en un plazo de 40 horas, a través de un binomio. Es decir, un buque y una aeronave que de manera conjunta trabajando en la misma área.

Eso ahora se altera. El contraalmirante Ronald Baasch, comandante en jefe de la tercera zona naval, detalló que dado el hallazgo «el esfuerzo de los buques se podrá concentrar en la zona» donde se encontró la posible parte de un estanque del C-130.

Eso además implica que la prioridad no sea la superficie del mar, sino que el lecho submarino en la zona.

Por su parte, la búsqueda aérea deberá continuar buscando posibles restos del fuselaje del avión, aunque en un perímetro más amplio. Dos aeronaves cobrarán especial relevancia en la zona del único hallazgo hasta ahora: la P111 de Chile, equipado con cámara infrarroja, y el patrullero estadounidense P-8A, que cuenta con varios sensores de última generación.

Condiciones climáticas

Que los marinos reconozcan al Estrecho de Drake como el mar más tormentoso del planeta no es azar: allí se registran olas de hasta 15 metros, además de vientos huracanados que llegan tranquilamente a los 150 km/h y fuertes lluvias.

Sin embargo, el teniente Felipe Rifo, jefe del centro de meteorología de la Armada en Magallanes, dice que la zona se encuentra en una situación extraordinariamente favorable, lo que en parte permitió el hallazgo de la única pista hasta ahora. «Para estos días se espera una altura de olas de hasta 3 metros y muy poco viento en dirección sureste, de máximo 20 kilómetros por hora», dice.

El otro factor que favorecería encontrar nuevas pistas del avión, dice Rifo, es que en Punta Arenas oscurece recién a las 23 horas, y que la «zona cero» jamás pierde la luz de día, aún quedando en penumbra.

Los radares toman protagonismo

Tras localizar el trozo de esponja, el contraalmirante Baasch indicó que el buque brasileño Almirante Maximiano se destinó de inmediato a barrer la zona del hallazgo. ¿La razón? es la única embarcación en terreno que cuenta con radares y sonares para investigar el lecho submarino.

«Esos sonares tienen capacidad sobre los 4.500 metros de rebusca (submarina), con fidelidad de 3 mil metros para una fotografía de alta resolución», indicó el jefe de la tercera zona naval.

Una probabilidad es que la mayoría de los restos del avión estén en las profundidades del Mar de Drake, que alcanzan los 3.500 metros. Desde Valparaíso, zarpó este martes el buque oceanográfico Cabo de Hornos, que con sus dos multihaz de última generación, puede mapear el fondo marino y generar imágenes en 3D. Eso sí, debería llegar recién este domingo.

 

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