Las autoridades de Honduras elevaron a 18 la cifra de reclusos muertos en un enfrentamiento entre bandas rivales registrado este domingo en una cárcel cercana a Tegucigalpa, la capital, con lo que suman 36 los presos fallecidos en 48 horas en dos episodios de violencia.
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El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina), José Coello, afirmó a periodistas que 18 presos murieron -inicialmente informó de 16- en una pelea en la cárcel del municipio de El Porvenir, departamento central de Francisco Morazán.
Otros dos presos resultaron heridos con arma blanca, por lo que fueron trasladados al Hospital Escuela de Tegucigalpa, donde supuestamente falleció uno de ellos, extremo que no ha sido confirmado por las autoridades.
La matanza, la segunda que ocurre en 48 horas en una cárcel del país y cuyas causas aún se desconocen, ocurrió pese a que una comisión interventora asumió el control de la prisión el jueves pasado luego de que el poder Ejecutivo declaró el estado de emergencia en el sistema penitenciario.
Un total de 18 presos murieron el viernes en un tiroteo en la cárcel de Tela, departamento caribeño de Atlántida, en el que además más de una docena resultaron lesionados.
La Comisión Interventora del sistema penitenciario de Honduras dijo hoy que las dos matanzas buscan evitar que las autoridades impongan control en las prisiones del país.
Aseguró que las autoridades policiales y militares de «manera inmediata» retomaron «el orden y control» de la cárcel gracias a la «rápida acción» de elementos de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional asignados al penal.
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El coordinador de Seguridad del Gobierno, Luis Suazo, confirmó también la matanza de 18 reclusos y aseguró que este tipo de crímenes múltiples son planificados por grupos criminales.
«Uno de los grupos criminales ha tomado la determinación de tratar de revertir este proceso (intervención de cárceles)» iniciado la semana pasada, subrayó el alto funcionario.
Enfatizó además que la estrategia de estos grupos criminales es «llamar la atención» de organizaciones de derechos humanos.
Por su parte, el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, Hugo Maldonado, dijo a periodistas sentirse «quebrantado» ante la nueva matanza en una cárcel, la segunda en 48 horas.
«Ya basta de tanta muerte» en el sistema penitenciario, subrayó Maldonado, quien dijo que un enfrentamiento entre pandilleros es la principal hipótesis del crimen múltiple.
Maldonado hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que «ayude» al Gobierno hondureño a «preparar» a los guardias penitenciarios puesto que «queda la duda de que el personal se sigue prestando» para actividades ilícitas dentro de las cárceles.
Compuesto por unas 30 cárceles, el sistema penitenciario alberga a unos 22 mil reclusos, cuando su capacidad máxima es de 8 mil, y menos de la mitad de los presos han sido condenados.
Los presidios de Honduras son consideradas una «bomba de tiempo«, por el hacinamiento, los problemas de infraestructura y un número de presos en detención preventiva.