Todos quienes han escrito cheques alguna vez han cometido el típico error a comienzo de año. ¿Cuál? Equivocarse en la fecha y tener que eliminar la hoja correspondiente. Pero este año, hay otro error que podría ser un tanto complejo. Varias hojas de cheque tienen pre escrito el 20 (del año 2000), para solo agregar los últimos dos dígitos. Pero otros diseños traen solo una línea en la parte donde se pone el año. La recomendación es poner el año completo, con los cuatro dígitos y no solo dos. ¿Por qué?
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Si la fecha es puesta solo como, por ejemplo, «31/02/20», cabe la posibilidad de que alguien lo cambie a «31/02/2000». O a «31/02/2019», según conveniencia. Cabe señalar los «cheques a fecha» legalmente no existen. Son más bien un documento para garantizar un pago futuro, basado en la confianza entre quien lo entrega y quien lo recibe. Esto determina que no serán depositados o presentados a cobro antes de la fecha indicada en el cheque. Pero el no poner los cuatro dígitos podría involucrar la caducidad del cheque (tiempo disponible para cambiarlo) o riesgos con otros documentos como pagarés, contratos, etc. Así se advirtió en una cadena que dio vueltas por redes sociales esta semana.
Documentos que comprometan dinero u otras obligaciones
Conversamos con Claudia Torres, abogada de la Universidad de Chile, quien señaló que se debe prestar atención en este tema no sólo con los cheques. Sino que «en todo documento legal que comprometa dinero y otra obligación». «Todo documento ya sea firmado entre particulares o ante notario debe contener la fecha integra sin abreviación para evitar complicaciones legales o exigencias legales que no corresponden según la intención que se tuvo a la firma del instrumento», agregó la profesional. Torres añade que «en el derecho chileno se presume la buena fe, pero de todos modos para evitar el uso de la mala fe por parte de alguna parte es mejor darse el trabajo de ser minucioso al redactar o completar este tipo de instrumentos».
Siempre a la hora de firmar documentos legales, sean cheques, pagarés, contratos u otros, la recomendación es leer el documento completo. También, consultar cada duda que se tenga al respecto a él o los profesionales correspondientes que lo acompañen, sea un notario, abogado u otro.
