En horas de esta mañana, un grupo de manifestantes llegó hasta la Intendencia de Valparaíso para mostrar su descontento por lo ocurrido la noche de año nuevo, donde un joven perdió la visión de uno de sus ojos mientras protestaba.
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En lugar bajaron la bandera nacional del Gobierno Regional y la quemaron en el frontis. Además, lanzaron huevos y objetos contundentes a las puertas de acceso del recinto, motivando la acción de personal de Carabineros.
En paralelo, en el interior del edificio se desarrolló una reunión entre el intendente Jorge Martínez y los padres de Matías Orellana, el joven impactado por una bomba lacrimógena, según denuncian.
“El intendente no tiene la voluntad política para ayudar a mi hijo”, dijo el padre de Matías luego de reunirse con el intendente.
“El intendente nos dejó más que claro que en realidad que le interesa más ver los desastres públicos que las vidas humanas”, sentenció.
Orellana se mantiene grave e internado en el Hospital Carlos Van Buren de la ciudad puerto.