Subió a por lo menos 60 la cifra de muertos por las inundaciones en Indonesia y sus alrededores causados desde la víspera del año nuevo por deslaves e inundaciones que trajeron las lluvias torrenciales, mientras los rescatistas tratan de encontrar posibles sobrevivientes bajo toneladas de lodo, informaron las autoridades indonesias.
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Las lluvias monzónicas y las crecidas de los ríos anegaron una decena de distritos del área metropolitana de la capital de Indonesia y provocaron derrumbes de lodo y tierra que sepultaron a por lo menos una decena de personas.
Entre los fallecidos hay ahogados y electrocutados desde el miércoles por el desbordamiento de ríos que causaron las lluvias torrenciales, dijo el portavoz de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres, Agus Wibowo. Tres ancianos murieron de hipotermia.
Estas son las peores inundaciones desde 2007, cuando 80 personas perdieron la vida en poco más de 10 días.
Los rescatistas recuperaron más cadáveres mientras las inundaciones súbitas y los aludes destruían varias aldeas en Lebak, en la vecina provincia de Baten, agregó Wibowo. Los rescatistas todavía buscaban a dos residentes reportados como desaparecidos en el deslave, dijo.
Se espera que el número de decesos aumente, ya que tanto rescatistas como residentes trataban de localizar al menos a tres personas que se cree que quedaron sepultadas por otro deslave en la localidad de Cigudeg, en Bogor, dijo Ridwan, el secretario de la aldea, que tiene sólo un nombre.
El mal tiempo, los apagones y deslaves obstaculizaban los esfuerzos de rescate, dijo Ridwan. La mañana del sábado, los rescatistas lograron llegar a ocho aldeas que durante días quedaron aisladas por calles bloqueadas y aludes y rescataron a más de 1.700 residentes en estado débil, agregó.
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Cuatro días después de las súbitas corrientes que afectaron la región de 30 millones de habitantes, las inundaciones en Indonesia han cedido en muchos distritos de clase media, pero las condiciones seguían siendo malas en las estrechas callejuelas de las zonas próximas a los ríos, donde viven los más pobres de la ciudad.
Según los datos del gobierno, unas 173.000 personas siguen sin poder regresar a sus casas y esperaban en refugios de emergencia abarrotados, sobre todo en la zona de Bekasi, una de las zonas más afectadas. Gran parte de la ciudad sigue bajo 2 metros (6,5 pies) de agua fangosa, dijo la agencia de mitigación de desastres.