En una carta firmada por todos los presidentes de partidos de oposición –menos la Democracia Cristiana- criticaron el nuevo proyecto del Gobierno para hacer una reforma de salud y declararon “rechazamos la agenda privatizadora en salud del Gobierno”.
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Uno de los puntos principales del comunicado es que detrás nombre hay “una defensa irrestricta al mercado en la salud”. Agregan que este proyecto “implicaría perpetuar la segmentación por ingresos en el sistema de salud, acelera el desmantelamiento de la red pública de salud, fortalecer el mercado y empeorar los beneficios que actualmente tienen los afiliados de Fonasa”.
Esto es lo opuesto a lo que dijo el mismo Presidente hoy en la presentación del proyecto de reforma de salud. “Yo sé que esto es polémico”, sostuvo el Presidente y agregó “mire, para mí como Presidente lo que me importa es que las personas se atiendan a tiempo, las traten con dignidad y les resuelvan sus problemas de salud. Ésa es la primera prioridad. Si el sector público lo hace, maravilloso; si por cualquier razón no lo puede hacer, en lugar de tolerar listas de espera eternas, nosotros creemos que es más justo y éticamente más correcto recurrir a los hospitales universitarios o a los hospitales de las Fuerzas Armadas”.
En su carta, los partidos de oposición también recalcan la necesidad de aumentar el gasto en salud a un 6% del PIB y a $10.000 el gasto per cápita en la atención primaria, mientras que el Gobierno resaltó que el gasto es de $7.200.
Los partidos que suscriben la declaración sostienen que es fundamental garantizar la salud como un derecho constitucional y que esto no es uno de los puntos de la reforma. “Todas las personas tienen el derecho de vivir con condiciones de calidad de vida y ambientales que propicien la salud y un sistema público que la resguarde, garantizando la promoción de la salud y el acceso al cuidado preventivo, curativo, y de rehabilitación accediendo según necesidad, sin necesidad de pago”, manifiestan.
