A casi dos años de la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión Laboral, solo 17.175 personas tienen un contrato vigente, lo que sin duda representa un avance en esta materia, pero al mismo tiempo plantea nuevos desafíos para el período que comienza. Y es que en Chile hay más de 2 millones 600 mil personas con alguna condición de discapacidad y casi un 60% de ellas se encuentra desempleada, o bien trabajando de manera informal.
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Frente a estas cifras, la Red de Empresas Inclusivas (ReIN), de Sofofa llevó a cabo un estudio a sus empresas socias, en el cual se revela que 79% de las empresas considera que la principal barrera para la contratación de personas con discapacidad (PCD) es encontrar los perfiles laborales adecuados para los cargos disponibles.
En esta misma línea, un 18% reconoce que su área de recursos humanos desconoce cómo gestionar el reclutamiento de PCD. Además, llama la atención que 10% dice que existe escaso compromiso de la alta gerencia.
Al respecto, Elena Razmilic, Presidenta de la ReIN y del Centro de Discapacidad Sofofa, señala que “es clave que las organizaciones, especialmente aquellas que todavía no tienen el 1% de trabajadores con discapacidad contratados, investiguen en profundidad las dificultades que están experimentando en este proceso, analizando cómo despliegan sus estrategias de selección, la forma de realizar el perfilamiento de los cargos, el rol que juegan los expertos y asesores en el reclutamiento, además de los resultados que están obteniendo producto de la intermediación laboral.
Un tercio aún no cumple
En otro aspecto, la investigación indicó que 97% de las empresas señala que se asesora con expertos con el objetivo de incorporar PCD, mientras que el 95% aplica métodos específicos de reclutamiento, como alianzas con universidades/fundaciones o acciones dirigidas en su web y un 87% indica que realiza capacitaciones a los trabajadores sin discapacidad sobre temáticas de inclusión.
En este aspecto, Razmilic comenta que “las empresas están invirtiendo muchos recursos para cumplir correctamente con la normativa, sin embargo el 31% de las compañías participantes aún no logran llegar a su 1%«.
A su juicio, esto sucede debido a «un déficit de trabajadores calificados, tomando en cuenta la alta demanda que hay en el mercado; sumado a que muchas áreas de recursos humanos desconocen cómo llevar a cabo con éxito un proceso de selección inclusivo, en el cual, además de la búsqueda de personas, debe existir conocimiento técnico respecto a las funciones que puede desempeñar cada trabajador, basado en un análisis del puesto de trabajo y en el nivel y tipo de discapacidad de cada candidato”, enfatiza.
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Lo anterior justifica el crecimiento que tuvo la implementación de metodologías específicas de reclutamiento para personas con discapacidad, lo que representan un incremento de 24 puntos porcentuales en relación a la edición del año anterior del sondeo. “Este es el punto de partida para tener trabajadores capacitados en sus funciones, satisfechos y con baja rotación, aparte del compromiso que debe tener la alta gerencia para lograr permear en la compañía una política y cultura inclusiva, que no sólo busque cumplir con una cuota, sino que también tenga en sus principios el crecimiento y desarrollo de los colaboradores que se suman a la empresa, tomando en cuenta los grandes beneficios que esto conlleva para el ambiente laboral en general”, sostiene Razmilic.
En ese sentido, la encuesta da cuenta que una de las principales ventajas de los trabajadores con discapacidad es el compromiso que adquieren con la empresa (79%), seguido por la buena relación que entablan con sus pares (44%) y su alto nivel de productividad (38%).