La situación sigue siendo compleja, así lo indican los números y los análisis que se desprenden de ellos, pero parece que la profundidad de lo grave que parecía venir el futuro ya no está tan claro.
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Cuando se conoció la severa caída del crecimiento en octubre, los pronósticos eran sumamente pesimistas para noviembre, pero para sorpresa de varios, el resultado fue «menos malo» de lo esperado. Sin embargo, las proyecciones para 2020 son escuetas y, de hecho, analistas consultados por el Banco Central en su Encuesta de Expectativas Económicas, rebajaron sus proyecciones.
-1%
es el Imacec esperado para diciembre, mejor que -3,4% octubre y el -3,3% de diciembre
Por otro lado, el desempleo sigue estable de acuerdo a la cifra más reciente entregada por el INE, aunque la semana pasada se conoció que la cifra de despidos solo considerando la causa de “necesidades de la empresa” se disparó en diciembre y la cifra acumulada desde que partió la crisis preocupa al Gobierno.
“El primer semestre no se vería algo muy auspicioso, los ajustes seguirían a la baja”, sostiene Roberto Saavedra, economista y académico de la Escuela de Negocios de la U. Mayor, aunque estima que “a partir de marzo debería darse un repunte, en la medida que las calles no sean tomadas por la violencia”, advierte.
En ese sentido, hay quienes sí ven que, al menos, el fantasma de la recesión ya no está tan presente como hace algunas semanas. Así lo dice Jorge Gajardo, economista y académico de la Escuela de Economía y Negocios de la U.Central, quien subraya que “es sugerente la caída menor del Imacec prevista para diciembre en relación a octubre y noviembre”. Y si bien resalta que durante el verano hay actividades como la agrícola que se levanta, “la tendencia desde luego dependerá del curso que tomen los procesos sociales y políticos en los meses venideros”.
176 mil
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Lo anterior marcará el rumbo para 2020, donde las estimaciones siguen siendo poco auspiciosas, salvo las del Banco Mundial, entidad que pese a rebajar su cálculo, espera que Chile crezca 2,5%, lejos de las estimaciones del propio Gobierno, que calcula 1,3% y del 1,2% de los analistas consultados por el Banco Central. Lo único claro, es que independiente de la organzación que haga su apuesta, “todas ellas han rebajado sus estimaciones respecto de aquellas de antes del inicio del estallido social”, recalca el académico.
Aunque para Diego Mora, analista de mercados de la empresa XTB Latam, dice que «todo depende con el cristal que se le mire. La mejora en la economía depende en gran medida de importantes consensos sociales y políticos que están lejos de ocurrir. También depende de que las protestas sociales se vayan apaciguando lentamente», recalca.
Respecto al empleo, si bien puede parecer contradictoria la diferencia entre lo que mide el INE y los despidos que informa la Dirección del Trabajo, los economistas no tienen dudas que los número sí se agravarán en las próximas semanas.
“El impacto ha sido potente en el empleo y es esperable que haya efectos de rezago que aún no se manifiestan”, advierte Gajardo. Coincide Saavedra, quien señala que entre enero y marzo “recién se va a ir develando como la tasa se acerca al 9% y algo más”.
El particular mercado automotor
Pese a que tuvo un registro menor al de 2018, el mercado automotor parece no ser tan golpeado por la crisis aún y al parecer pasará indemne 2020. La Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), mantiene sus estimaciones de venta para 2020 con 329 mil unidades nuevas, cifra no tan lejana a la de la última década.
Y el sector de los autos usados también proyecta buenos datos. “Creemos que seguiremos creciendo, puesto que las cifras de cotizaciones durante diciembre aumentaron fuertemente, 25% respecto a diciembre de 2018”, asegura Andres Cooper, gerente general de Chileautos.
372 mil
De hecho, la economía más débil implica que las personas se dejen los nuevos por estos últimos, pero sin dejar de lado la idea de comprar un vehículo. “Personas que, por ejemplo, iban a comprar un auto nuevo, prefieren actualizar su vehículo buscando una opción más económica”, añade el ejecutivo.
De todas formas, Cooper reconoce que “la incertidumbre respecto al desempeño económico hace que la gente tienda a comprar menos bienes durables”, lo que puede darse “tanto en el mercado de los 0 km como en el de los usados”.