Economía

4 claves de la reforma a las pensiones: poco consenso genera nueva propuesta del Gobierno

Ni a las AFP ni a quienes abogan por eliminarlas quedaron del todo conformes con la iniciativa, mientras el Ejecutivo defiende que esta sí mejorará las pensiones y sí cambia el modelo como lo conocemos ahora.

Cambiando bastante de su idea original, el Gobierno presentó su nueva propuesta para reformar el cuestionado sistema de pensiones, añadiéndole toque de solidaridad y reparto, elementos antes descartado.

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Porque si la primera iniciativa no introducía cambios en las AFP y se incrementaba la cotización en cuatro punto porcentuales lo que iba todo al fondo individual de cada trabajador, ahora se pone sobre la mesa un 6% extra de ahorro, de los cuales solo una mitad iría a la cuenta personal del afiliado, mientras que la otra mitad se irá a un fondos colectivo para mejorar las actuales y futuras pensiones.

Cambios que en la industria no agradaron. “Esta propuesta genera un debilitamiento en las cuentas personales de los trabajadores”, sostuvo ayer el gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, tras la cuenta pública del gremio. Y agregó que esta reforma está perdiendo la oportunidad de subir las pensiones en un monto mayor a las generaciones futuras”.

Tampoco agradó medidas como que se pretenda que las administradoras devuelven parte de las comisiones cobradas cuando haya pérdidas en los multifondos. “Estas medidas lo que no pueden hacer es debilitar los atributos que tiene el sistema”, debido a que, acondición de evitar pérdidas para no reembolsar esos cobros, las AFP cambien la forma de invertir los ahorros de los trabajadores “y lo que no puede pasar, es que una reforma de pensiones termine erosionando uno de los atributos del sistema: la rentabilidad de los fondos”, aseguró.

En tanto desde la coordinadora “No+AFP”, expresan que estos cambios desmuestran que “ha sido la movilización permanente y el estallido social de octubre los que han corrido el cerco de este sistema totalmente injusto”. Pese a ello, expresan que la propuesta del Ejecutivo “persiste en mantener el sistema de cuentas individuales que ha demostrado ser un absoluto fracaso”.

Por el contrario, Jose Luis Ruiz, docente de Unegocios de la FEN de la U. de Chile y quien fue parte de la Comisión Bravo –instancia que hizo una propuesta de reforma al sistema previsional- señala que la propuesta actual tiene mucho de lo que se concluyó en dicha instancia, “particularmente con aumentar la tasa de cotización de manera urgente en el sistema y destinar una parte a financiar solidaridad”.

Pero además el Gobierno defiende que se introducirá mayor competencia al sistema de las administradoras actuales, lo que implica que “el sistema tal como lo conocíamos, va a ser otro, absolutamente, y por lo tanto se está tocando profundamente a las AFP”, sostuvo Zaldívar. Mientras que desde “No+AFP” afirman que “pretender incorporar a otros actores a la administración de los ahorros previsionales no tiene sentido”.

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Cotización entre dos adiministraciones

La propuesta reafirma que el actual 10% que todos los trabajadores cotizan seguirá en manos de las AFP, mientras que el 6% extra se irá a este ente público llamado Consejo Administrador de los Seguros Sociales (Cass).

“Lo que sí es claro, es que un nuevo administrador del sistema va a generar nuevos costos, y va a generar un nuevo cobro de comisión a los afiliados”, alertó el gerente de las AFP.

Y Ruiz no se arriesga a asegurar que cumpla con la promesa que todos los actuales y futuros jubilados esperan. “El sistema introduce más complejidad y al ser algo que aún no comienza, hace difícil pronosticar si lograra el efecto esperado, que es tener las mejores condiciones que optimicen la pensión a recibir”, concluye el académico.

4 puntos de la reforma

  1. Administración pública del 6%

Si bien no toda la cotización extra será para el fondo colectivo, ya que lo trabajadores mantendrán la propiedad de la mitad, sí la propuesta implica que la totalidad de esos recursos estará a cargo de este ente público, lo que deja dudas respecto a cómo se administrarán y los costos que puede generar.

Ruiz sostiene que “lo ideal seria tener un sistema único”, pero expresa que “hay restricciones políticas importantes basadas en presiones sociales de una mayor participación del Estado en la conformación de las pensiones”.

  1. El tercer pilar

Nuestro actual sistema de pensiones se basa en dos pilares: El contributivo, que es el ahorro que cada uno hace vía cotización y que administran las AFP; y el solidario que es el financiado por el Estado para pagar la pensión básica solidaria y aportar para aumentar la jubilación de los pensionados que no ahorran los suficiente. Ahora se suma el “pilar colectivo”, el que tendrá un aporte inicial de platas públicas por US$ 800 millones hasta que acumule las reservas necesarias, las que vendrán del 3% de de la cotización extra.

“El gobierno no dispone de los recursos fiscales para seguir mejorando las pensiones, en especial hacia la clase media. En este sentido, el destinar 3 puntos porcentuales a financiar solidaridad ayuda a descomprimir la presión social en materia de pensiones”, explica Ruiz.

  1. Pensión igual al salario mínimo

Cuando se hizo el último reajuste a la pensión básica solidaria, desde la oposición abogaban para que esta llegara al actual salario mínimo de $301 mil, pero el Gobierno expresó que esto no era posible. Ahora esto se haría realidad gracias a los recursos que se acumulen en el fondo colectivo. El monto se alcanzaría con el ahorro personal, más el aporte del pilar solidario y, precisamente, del colectivo. Pero hay un requisito: haber cotizado a lo menos 30 años.

“En la actual generación de pensionados se tiene que del orden de un 15% de ellos lo cumpliría”, alerta el académico de la U. de Chile.

  1. Trato especial a enfermos terminales

Fue debate cuando la discusión llegó al Tribunal Constitucional. El Gobierno no apunta al libre retiro de los ahorros, pero sí avanza en cuanto a que enfermos terminales tengan un cálculo distinto para su pensión para que ésta sea mayor, además de permitir el retirar excedentes «cuando corresponda».

A juicio de Ruiz, esto “introduce complejidades de validación de los reportes médicos y todo un sistema para garantizar su funcionamiento de manera correcta”, aunque señala que “es razonable pensar que los pagos de prestaciones por pensiones se deban ajustar a las expectativas de vida de las personas”.

Asimismo sostiene que esto puede abrir la puerta a futuro para “contar con tablas de mortalidad acorde los ingresos de las personas, las cuales muestran que personas más pobres viven menos”.

 

 

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