En el año 2018 estalló el llamado Caso Maristas, uniéndose así a denuncias de abuso sexual cometidos por sacerdotes de otras congregaciones. Pero este 2020 podría tener un dictamen judicial, luego de que en diciembre del año pasado se presentara la primera demanda civil en contra de Los Hermanos Maristas y del Instituto Alonso de Ercilla.
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El libelo corresponde a Isaac Givovich, ex alumno del Alonso de Ercilla (cuyo sostenedor es la congregación marista), en el que acusa de abusos sexuales y violación a Adolfo Fuentes Corral y por lo cual está exigiendo una indemnización de perjuicios en responsabilidad extracontractual de $2.120.000.000.
Publimetro tuvo acceso a la demanda de Givovich, conocido además de este caso, por ser yerno del alcalde de Las Condes Joaquín Lavín. «Cursó estudios entre los años 1986 y 1989, vale decir que paso por dicho colegio entre la edad de 6 a 9 años. Cuando se inician las denuncias en contra de los Hermanos Maristas en el año 2017, mi representado no mantenía recuerdos de nada, sin embargo, con el tiempo y luego que se llevaron acabo diversos comunicados en diferentes medios de difusión masiva, respecto de las denuncias por abusos sexuales que se estaban realizando en contra de algunos hermanos Maristas empezó a recordar», versa el documento de la denuncia.
De acuerdo a la demanda, Fuentes llevó a Givovich a la sacristía donde procedió a realizarle «tocaciones». Desde ese momento los abusos fueron en incremento, «el hermano Adolfo Fuentes comenzó a sacarlo de clases, una o dos veces por semana».
La contestación
La Congregación respondió a la demanda y la contestación presentada por el abogado del movimiento religioso Alejandro Peña, hace réplica de cada una de las acusaciones.
«La demanda debe rechazarse, por no estar acreditados jurídicamente los hechos ilícitos reclamados; no se ha individualizado ni precisado los hechos que demostrarían la negligencia que se le imputa a mi representada; la acción civil se encuentra prescrita (…) los daños ocurrieron, a los 9 años, incluso habría operado la prescripción extintiva extraordinaria de 10 años».
Respecto de las conductas imputadas a Adolfo Fuentes, señalan que a diferencia de otros religiosos denunciados, niega rotundamente la ocurrencia de los hechos.
Givovich «quiso quitarse la vida arrojándose desde el cuarto piso del colegio». Ante esta enunciación, la defensa del movimiento religioso precisa que «hay que aclarar que el colegio no tiene 4 pisos. No los tenía en el año 1989 ni los tiene ahora, por ende resulta imposible intentar suicidarse desde un piso que hasta el día de hoy no existe». Además argumentan que el inspector citado por Isaac, que habría impedido el hecho, señala que jamás presenció tal conducta.
