Actualmente se han identificado cuatro adicciones ligadas al mundo de la tecnología. La adicción al Internet, a las redes sociales, a los videojuegos y la nomofobia, que es la adicción al smartphone. Para llegar a la categoría de adicción y hablar de una patología psicológica, «se debe llevar el uso a casos extremos que involucran pérdida del sentido del tiempo y una desconexión con la realidad», explica Francisco Flores, psicólogo de la ONG Mente Sana.
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En esa línea, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) agregó a la adicción a los videojuegos como enfermedad, puntualizaron que era en los casos donde incluso el jugador deja de lado la preocupación por necesidades básicas como comer y dormir.
Desconectarse es el desafío
Un estudio realizado por la multinacional de Recursos Humanos Adecco, reveló que 31,6% de los chilenos asegura que no se puede desligar de los aparatos tecnológicos que usa a diario en el trabajo, como el celular o el computador. Pero no es un tema solo de adultos, sino que también los chilenos acercamos a nuestros hijos a estos aparatos.
Según un estudio de Tiendeo a nivel regional, 7 de cada 10 padres en Latinoamérica deja a sus hijos su celular durante el periodo de vacaciones. Pero con determinadas restricciones. «La adicción a las tecnologías, y toda adicción, se liga directamente con trastornos de ansiedad», explicó Nicole Tornel, coordinadora de Redgesam de apertura y monitoreo patologías mentales GES.
Efectos psicológicos y físicos
«Para combatir este tipo de patologías es necesario enseñar a manejar las emociones, y buscar mecanismos de canalización de la ansiedad, como la realización de otros hobbies lejos de la pantalla», agregó. En esa misma línea, Flores dice que uno de los principales problemas que nos ha traído la adicción a las tecnologías es «alejarnos de las relaciones directas y reales, reemplazándolas por una realidad digital donde nos alejamos de lo humano. No es lo mismo interactuar cara a cara que hacerlo mediante WhatsApp».
Pero los trastornos de ansiedad no son el único problema. El uso de tecnologías podría estarnos llevando a desarrollar cambios en la morfología estructural del cuerpo humano. Juan Carlos Velez, jefe de rehabilitación del Hospital del Trabajador explicó a Publimetro que son varias las patologías físicas a las que se enfrenta una persona por uso excesivo del smartphone, computador y consolas (ver infografía).
«Tomando en cuenta el efecto del ‘tech neck’ o cuello tecnológico, lo que se recomienda es no mantener esa postura por más de 5 minutos y, cuando se llegue a casa, hacer el ejercicio inverso. Tiéndase en su cama, sobre su estómago y si quiere, revise su celular apoyando sus brazos sobre la cama lo que lo obligará a poner el cuello un poco hacia atrás», recomendó el médico.
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Velez señala que esto puede aplicarse también a los problemas en muñecas y brazos: haga el ejercicio inverso. «Es necesario elongar, hacer movimientos contrarios y tomar siempre atención a los dolores que puedan presentarse», agrega el profesional.
ADICCIONES
A Internet
La adicción a Internet no es a Internet en sí, sino a aquello que buscan a través de él. Hay personas que generan una dependencia al concepto de Internet en general. Por el número inagotable de formas de comunicarse y por las nuevas posibilidades que ofrece Internet día a día. Las personas con adicción a Internet se quedan absortas en la red, cambiando su realidad exterior por la virtual. Frente a ello, se establece un patrón conductual abusivo.
A los videojuegos
El 18 de junio de 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó la Clasificación Internacional de Enfermedades y agregó a la «Adicción a los videojuegos» como un trastorno mental. La decisión generó gran polémica en la comunidad, pero se debe aclarar que dicha adicción se determina cuando el jugador «pierde el control sobre la frecuencia, intensidad y duración de la actividad”, dejando incluso de comer, dormir o cuidar su salud.
A las redes sociales
En esta adicción, el componente adictivo se basa en la rapidez de respuesta, la recompensa inmediata y la interactividad que comprometen las redes sociales, el cual causa un distanciamiento de la vida real, problemas en la autoestima, dificultad de control y aparición de ansiedad cuando no puede hacerse uso de ellas. Con el tiempo, la necesidad de la validación de los demás puede comportar graves problemas de autoestima.
Al smartphone
El término de nomofobia proviene de “no-mobile-phone-phobia”. Hace referencia a la ansiedad que sufre la persona cuando no puede disponer de su teléfono móvil, invadiéndole sensaciones de incomunicación, ya sea porque se ha quedado sin batería, etc. De modo que hablamos de una dependencia al teléfono móvil que ha sido relacionada con una fobia debido a los intensos sentimientos ansiosos y obsesivos por la ausencia del equipo.
HITOS
1er adicto a Netflix
El primer «adicto a Netflix» se registró el año 2018. Era un joven de 26 años que buscó ayuda en un centro de adicciones en la ciudad sureña de Bangalore. Estaba convencido de que su capacidad de atención menguante, su renuencia a interactuar con los demás y el aislamiento fueron causados por su necesidad obsesiva de ver videos. ¿Tiempo? De 7 a 10 horas al día. Manoj Sharme, médico del Centro SHUT donde se trató el joven afirmó que es un fenómeno en aumento.
Atención especializada
El 28 de octubre del 2019 los diputados de RN, Evopoli, DC y el PPD, solicitaron al presidente de la República que instruya al ministerio de Salud, en conjunto con las autoridades competentes, el establecimiento de planes piloto para la conformación de un servicio de atención en adicciones tecnológicas en Chile. La medida contra estas adicciones ya fue aplicada en España donde en algo más de 9 meses ya han atendido a 2.386 personas.
«WhatsAppitis»
El 2017 se comenzó a usar este término. Se refiere a dolores relacionados con el uso prolongado de dispositivos. Esto considera padecimientos como: dorsalgia, cervicalgia y problemas en la espalda y el cuello. Estudios recientes han determinado que el cuerpo humano podría sufrir deformaciones funcionales en su evolución.
Humanos del futuro
Tal como señalaban los expertos, los dispositivos tecnológicos amenazan también con modificar la evolución humana. Recientemente, la Universidad de Sunshine Coast reveló que hay personas que están desarrollando una protuberancia occipital externa. Esto, en la base del cráneo, que sostiene el peso de la cabeza al bajar la vista para ver celular.
Con eso en mente, TollFreeForwarding.com, se dio a la tarea de imaginar cómo sería el ser humano en el año 3000. Esto, si el uso de la tecnología continúa al ritmo de hoy. El resultado fue un modelo llamado Mindy. Ella presenta una serie de modificaciones que la evolución le otorgó para adaptar su cuerpo para el uso de tecnología. Especialmente al celular y la pantalla de la computadora.
¿Cómo nos vemos?
Los cambios de hábito nos han llevado a digitalizar todas nuestras actividades cotidianas. A través de sus dibujos el artista francés Jean Jullian (@jean_jullien en Instagram) retrató algunas de estas prácticas.
