La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que este viernes culminó su visita a Chile, reconoció que existe una «grave crisis» en la materia, con práctica represiva sistemática y uso desproporcionado de la fuerza.
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Esmeralda Arosemena de Troitiño, presidenta de la CIDH, saludó la lucha que lleva adelante la sociedad civil, y que estaba «visita histórica» es un logro de los manifestantes pacíficos.
“Chile vive una gran crisis de DDHH”, señaló la alta comisionada y solicitó un minuto de silencio por las víctimas de violaciones, en particular desde las 18 de octubre.
Arosemena dijo que los jóvenes, los estudiantes han dado con su voz una «muestra de que tenemos la expectativa de una lucha por las transformaciones de las sociedades, que sean más justas, equitativas y respetando la dignidad de todos».
Por su parte, José Hernández, relator de la CIDH, informó que «la comisión reconoce que Chile cuenta con un sistema democrático y un compromiso con la institucionalidad y el estado de derecho, no obstante Chile enfrenta un profundo desafío para sus instituciones democráticas en marco de una crisis social que ha producido un trauma extendido en la sociedad y que requiere de medidas decisivas para solucionarlas».
«La CIDH observa que la respuesta del Estado frente a la movilización social se caracterizó por la práctica de represión mediante un uso desproporcionado de la fuerza y conductas repetitivas de violencia contra manifestantes, que resultó con un número elevado de víctimas de violaciones de DD.HH», señaló el comisionado.