El espíritu de Gabriel García Mátquez sigue latente en Aracataca, el pintoresco poblado vecino a la caribeña Santa Marta que dio vida al realismo mágico que el escritor impregnó a su literatura a partir del mítico Macondo y sus personajes. Pronto se cumplirán siete años de la muerte física -pero no lieraria- del Premio Nóbel que en 1982 recibió la distinción en Estocolmo ataviado con su guayabera más sencilla y querida.
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Esa vida multifacética y fascinante de Gabriel José de la Concordia está intensamente reflejada en su archivo fotográfico, cautelado desde 2015 por el Harry Ransom Center de la Universidad de Texas. La colección incluye también los 577 telegramas que lo felicitaron por el Nobel firmados por editores, mandatarios, estudiantes y escritores.
Este sábado 1 de febrero, la Universidad de Texas inauguró en Austin la primera gran exposición del gigantesco archivo, denominada «Gabriel García Márquez, la creación de un escritor global», de la cual se han digitalizado más de 27 mil imágenes disponibles en línea desde 2017. “La exposición responde a interrogantes de cómo este escritor de un pequeño pueblo se convirtió en alguien tan influyente. Cómo se posicionó y absorbió los lugares por los que iba pasando”, explicó Álvaro Santana-Acuña, responsable de la muestra.
Por cierto, a partir de las valiosas fotografías se puede reconstruir la atrapante historia de García Márquez en sus innumerables facetas de padre querendón, colombiano del mundo, periodista empedernido, animal político, escritor fiel de la realidad latinoamericana, y admirador de las revoluciones sociales, entre tantas otras que lo convirtieron en un personaje cultural del siglo…