El intendente Metropolitano, Felipe Guevara, llegó tranquilo la jornada de ayer al Senado. Enfrentaba un día complejo: se definiría su continuidad en el cargo, pero había confianza. Al igual que el resto de las autoridades de Gobierno, sabía que la balanza estaba inclinada a su favor. Estuvo relajado, arribó a Valparaíso temprano, compartió un café con el ministro Felipe Ward (Segpres) y esperó una a una las exposiciones de los parlamentarios inscritos para argumentar su voto.
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Pasadas las 14.00 horas el panorama era claro. La acusación constitucional que presentó parte de la oposición en su contra no alcanzó los 22 votos que requería para aprobarse. El marcador: 18 votos a favor, 15 en contra y dos abstenciones.
A esas alturas, la decepción de los diputados presentes en la Sala era evidente. Si hay algo que creían que aglutinaba a la centro izquierda era la defensa de los derechos humanos, pero el “poco apoyo” que recibieron en la Cámara Alta les demostró lo contrario.
“El Senado cometió un error. La señal que dan es que cualquier intendente puede infringir la Constitución y violar los derechos humanos. Me ha sorprendido la irresponsabilidad de quienes no votaron”, aseguró tras la sesión la diputada Alejandra Sepúlveda (FRVS), quien defendió el libelo ante los senadores.
Su reacción responde a que, en esta ocasión, la ausencia de cuatro senadores de oposición zanjó el resultado. El senador José Miguel Insulza (PS) tenía permiso constitucional y los senadores Ximena Rincón (DC), Rabindranath Quinteros (PS) y Felipe Harboe (PPD), se “parearon” por motivos personales. Esas “bajas” en la izquierda y las abstenciones de los DC Carolina Goic y Jorge Pizarro, sepultaron las intenciones de destituir a Guevara.
Así, se evidenció una vez más que en la oposición no actúan en bloque y que existe más que meras diferencias entre los partidos, y al interior de ellos. Por eso, el senador Alejandro Navarro (País Progresista) no tardó en sostener que la historia de la arremetida era “una crónica de una acusación rechazada”.
Las diferencias de criterio en el bloque se hicieron patentes en las exposiciones. Si bien Jaime Quintana (PPD) y Carlos Montes (PS) apoyaron la arremetida, recalcaron que los argumentos del libelo eran débiles, generando molestia entre los diputados, sobre todo entre los de sus propias colectividades.
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En esa línea, el diputado Jaime Naranjo (PS), declaró que con el resultado obtenido “se hace un daño tremendo a la causa de los derechos humanos, pues se termina señalando que estos están subordinados al orden público”. Para él, es “una semilla directa para seguir generando un cuadro de agresividad” en el país.
Consultado respecto de las ausencias de legisladores de su partido, afirmó que se ha hecho un daño indudable a la tienda. “El país nos juzgará. Nos vamos a tener que hacer cargo de una mochila que no merecemos llevar”, subrayó.
El descongelamiento de Guevara
Tras conocer el resultado, Felipe Guevara retornó rápidamente a la intendencia y continuó con su agenda, pues de inmediato se “descongeló” la suspensión que le habían impuesto los diputados. Como dijo, es momento de “trabajar por los vecinos, por devolverles una ciudad en funcionamiento”. Más tarde, se reunió en La Moneda con el Presidente Sebastián Piñera.
Al valorar la resolución, por su parte, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, manifestó que el resultado “más que ser un triunfo del Gobierno o del intendente, finalmente es un triunfo del sentido común y la sensatez”.
