Como ya es costumbre, el presidente brasileño Jair Bolsonaro criticó nuevamente a los medios de comunicación y se vio envuelto en la polémica luego de realizar un «corte de mangas» los reporteros que cubrían un punto de prensa del mandatario.
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La ofuscación de Bolsonaro se basa en que, según él, periodistas malinterpretaron unas criticadas declaraciones en que el jefe de gobierno trató de «cargas costosas» a las personas infectadas con VIH y defendió a la abstinencia sexual como el mejor método anticonceptivo.
“Una persona con VIH, además de ser un problema serio para ella, es un gasto para todos en Brasil”, fueron las declaraciones que en su momento causaron revuelo, sobre todo porque las profirió al citar el caso de una adolescente que se enteró de que portaba la enfermedad luego de su tercer embarazo.
Bolsonaro dá uma banana pros jornalistas que têm o azar de cobrir sua agenda. Que nível, meu Deus! pic.twitter.com/urvspRuyIW
— Blog da Noelia Brito (@NoeliaBritoBlog) February 9, 2020
Bolsonaro acusó que los medios tomaron sus palabras de manera malintencionada, puesto que él sólo habría querido referirse a la necesidad de que los padres aconsejen a sus hijos a “no comenzar a hacer sexo tan temprano”.
El «corte de mangas» surgió cuando el mandatario salió visiblemente ofuscado del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, para confrontar a los periodistas que lo esperaban afuera.
“Ese no es el papel de la prensa. Ustedes no pueden continuar actuando así, destruyendo reputaciones. ¿Vamos a ver si hay alguna rectificación en el periódico de ustedes mañana? No la habrá porque el editor no va a dejar. Yo quiero conversar, ser amigo de ustedes, pero no es posible”, manifestó, según recoge Infobae.
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Tras señalar que los medios sólo fabricaban chismes y que buscaban destruir reputaciones, dijo: “Voy a dar una banana (corte de mangas) para ustedes, ¿está bien?”. Allí realizó el gesto, para luego partir con su caravana presidencial a un evento evangélico al Estadio Mané Garrincha.
La nueva polémica del ultraderechista, que al referirse a Chile reivindica el genocidio que ocurrió en la dictadura militar de Augusto Pinochet, se condice con una serie de entreveros que ha tenido con periodistas en Brasil, fiel a la estrategia que también realiza Donald Trump en Estados Unidos, confesos amigos ambos.