Es la segunda economía global y nuestro principal socio comercial. Por eso no es menor la preocupación que genera la crisis desatada por el coronavirus que tiene practicamente paralizada a la nación asiática. Por lo mismo esta relación tan estrecha con Chile preocupa por los efectos negativos que puede ocasionar en nuestra economía, algunos de los cuales ya se han hecho notar.
PUBLICIDAD
“El primer efecto es el financiero, que se refiere al tipo de cambio y los commodities”, indica Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo, quien resalta que esto se ha notado en un dólar que ha vuelto a rozar los $800, pero quizás aún más importante en lo que sucece con lo que más le vendemos a los chinos.
Si bien se aclaró que las exportaciones de cobre no se han detenido, el economista recuerda que si el cobre llegó a cotizarse en 2,90 dólares por libra cuando se firmó el primer acuerdo para finalizar la guerra comercial con EEUU, tras esta emergencia sanitaria el metal rojo cayó a US$2,50.
Impacto no menor considerando que “por cada centavo de dólar que cae el precio del cobre las arcas fiscales nacionales dejan de percibir más de 50 millones de dólares”, explica José Raúl Godoy, analista de mercados de XTB Latam.
Por otro lado, esta crisis sanitaria ha generado un freno en toda la actividad dentro del país a todo nivel. “Las empresas manufactureras están paralizadas, el transporte público se ha visto afectado y la cuarentena insta a quedarse en sus hogares, por lo que la gente no está comprando y todo esto repercute en el normal funcionamiento del país y por ende en su crecimiento normal”, añade el especialista.
Y que esta economía se expanda menos, también afecta nuestro propio crecimiento. “Se estima en un informe de FMI, que 1% menos de crecimiento de China, equivale a 0,3% menos crecimiento en Chile”, subraya Flores.
Pero uno es el efecto financiero y otro es en materia de exportaciones, las cuales en caso de los productos agropecuarios han tenido problemas. Esto supone otra piedra de tope para nuestro crecimiento económico ya estancado por la crisis social. Uno de los motores es el consumo interno, lo que compra usted día a día, pero debido a que esto está disminuido porque las personas están comprando menos, las esperanzas estaban puestas en lo que le vendemos al resto del mundo. Y hay que considerar que en 2019, más de un tercio de todo lo enviado al exterior, fue a parar a China.
PUBLICIDAD
“El principal elemento que sostenía el crecimiento de la economía chilena este año era el comercio exterior. Este impacto nos resta en el crecimiento para este año”, apunta Flores. Misma opinión tiene Godoy, quien señala que “seguimos con un consumo dañado y la confianza no mejora, por lo que el efecto coronavirus sólo complica el panorama y, sin duda, si no se llega a una solución temprana y se sigue expandiendo podría afectar a la recuperación económica nacional”.
Flores añade, de todas maneras, que hay que ser cautos. Indica que efectos inmediatos se notarán en primer trimestre de este año. Así, “los próximos 15 días son fundamentales en esto. Si la expasión del virus se modera como fue en el 2003 (con el virus Sars), el efecto es acotado”, puntualiza.
Exportaciones a resguardo todavía
Los eventuales problemas de las exportaciones chilenas al país asiático han generado ruido estos días. Los exportadores y el Gobierno se han reunido para monitorear la situación. En conversación con Publimetro, el canciller (s), Rodrigo Yáñez, aclara de entrada la información divulgada por la agencia de noticias Bloomberg la semana pasada y es que los envíos de cobre no se han interrumpido.
Otra es la situación de la fruta, aunque la autoridad recalca que está resguardada en contenedores refigerados, principalmente en el puerto de Shanghai. “Lo que nos han reportado los exportadores es que la situación ha sido que el ingreso de contenedores ha sido más lenta, pero no se ha frustrado y ya a partir del lunes con el término del Año Nuevo chino, lo que veremos es una paulatina recuperación de los mercados y también evidentemente de una mayor normalidad en los puertos”, dice.
Aclara por ejemplo que “en el caso de las cerezas, que es el 90% de lo que exportamos en fruta en enero, solo 20% del total es la que se encuentra en esta situación”. Así, expresa que “en las próximas dos semanas vamos a poder saber, en definitiva, qué fruta es la que no se pudo vender”.
Pero lo que no se pueda vender a China se puede ir a otros países. Al respecto, hoy está convocada una segunda sesión de la mesa público-privada convocada por el Gobierno para abordar la situación y donde, particularmente se va a trabajar en aquello, lo que implica “redirigir certificados de aduanas, del SAG o gestionar barreras no arancelarias de carácter regulatorio sanitario, para que los exportadores puedan redirigir esa fruta”, para facilitar la entrada de los productos nacionales a otros países, dice el canciller (s).
Por lo pronto, Yáñez recalca que aún es muy pronto para evaluar las eventuales consecuencias negativas que el coronavirus está teniendo en nuestras ventas al mundo. “Hoy por hoy, no podríamos decir que las exportaciones se han visto severamente impactadas. Es una situación excepcional por supuesto, pero que estamos monitoreando día a día”, asegura.