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Millones de parejas chinas viven una celebración del día de San Valentín marcada por la expansión del «Covid-19», y las restricciones que generan las medidas de protección contra su contagio.
Las últimas cifras oficiales, que confirman un total de 63.946 casos en China continental, con 1.382 fallecidos, han vaciado los lugares donde los enamorados podían reunirse y han provocado las suspensión de eventos masivos, viajes y matrimonios, y ha llevado las ventas en centros comerciales a niveles mínimos.
Además, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud han puesto en entredicho las demostraciones de cariño propias de esta fecha: Se solicita, entre otras cosas, mantener al menos un metro de distancia entre las personas, y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca ante el riesgo de tener las manos contaminadas.
La «esperanza» de muchos enamorados para manifestar su amor este año está puesta, entonces, en la versión china del 14 de febrero: El «Qi Xi» (o «Festival del doble siete«), que se celebra el séptimo día del séptimo mes del calendario tradicional (Este 2020 será el 25 de agosto).
La fiesta celebra la unión de las estrellas Altair y Vega, que se encuentran una vez al año, y forman parte de la mitología popular de otros países asiáticos: En Corea del Sur se conmemora como Chilseok, mientras en Japón es conocida como Tanabata.