Los incidentes que llevaron a la suspensión el «Clásico Moderno» entre Colo Colo y Universidad Católica no fueron los primeros que protagoniza la Garra Blanca. De hecho, la barra que sigue al «Cacique» fue responsable que el Campeonato Nacional 2019 no siguiera su curso y se diera por terminado antes de tiempo, cuando ingresaron al Bicentenario de La Florida para poner fin al duelo entre Unión La Calera y Deportes Iquique.
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Lo del domingo en el Monumental, es un capítulo más en la historia recientes, en el que un grupo cercano al medio centenar de personas forzó una entrada por Exequiel Fernández, con la idea de manifestarse por el reciente fallecimiento de dos hinchas albos, por cuyas muertes apuntan a Carabineros y a la falta de justicia por esas pérdidas.
Lo que fue novedad el pasado domingo es que resultó herido un futbolista durante las protestas. Por lo mismo, la organización de hinchas albos lanzó un comunicado donde le pidieron disculpas a Nicolás Blandi, ya que «la intención nunca fue atacar a algún jugador«. Pero volvieron a amenazar con seguir con las manifestaciones.
Todo eso se suma a los problemas y hechos de violencia que se vivieron en los estadios Francisco Sánchez Rumoroso, Nacional y San Carlos de Apoquindo. En el primero de ellos, los hechos fueron tan graves como en Pedrero, ya que también se tuvo que suspender el encuentro entre Coquimbo Unido y Audax Italiano, durante el primer tiempo.
En el caso del Estadio Monumental, no se tomaron medidas especiales para el cuidado, atendido que no existiera público visitante. Así, y con menos entradas vendidas que el aforo permitido, un contingente de guardias privados parecía suficiente para un partido de alta convocatoria. De hecho, solo llegaron 15 mil de las 40 mil personas esperadas.
Aún así un grupo de unas 50 personas entró por los accesos de Exequiel Fernández rompiendo una puerta, ee ingresaron al sector Cordillera para desplegar un lienzo con la leyenda «Los pacos los mataron«, en alusión a la muerte de Jorge Mora, quien fue atropellado por carabineros después de la victoria ante Palestino, junto a Ariel Moreno, quien fue baleado en Padre Hurtado en manifestaciones derivadas por la muerte del «Neco».
Como ambos eran hinchas albos, la reacción de los fanáticos del «Cacique» luego de dichos hechos era previsible, sobre todo en el primer partido como locales después de la muerte de Mora.
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Luego de eso, el grupo se abocó a saquear locales de comida rápida ubicados en galería norte, donde iniciaron barricadas y se enfrentaron con Carabineros, quienes tuvieron que utilizar un carro lanzaaguas. Todo eso mientras se lanzaban elementos contundentes a la cancha.
Desde Estadio Seguro no dudaron en culpar a Colo Colo una vez terminado el clásico, como organizador del espectáculo, ya que «la seguridad privada fue sobrepasa por un grupo de hinchas», según dijo Cristóbal Lladser, quien agregó que «hay que radicalizar las medidas que se van a exigir en seguridad«. La cabeza del programa dice que el club que hace de local es el que tiene la responsabilidad mientras el organismo estatal no hace mas que coordinar los esfuerzo de los diferentes involucrados.
En la misma línea siguió la Intendencia, que aclaró que el problema fueron «los fuegos artificiales ilegales que ingresaron al estadio y que en ninguna parte del país ninguna persona está autorizada a manipular».
Por ahora Blanco y Negro inició una investigación interna, donde no descartan ninguna teoría e incluso revisan si hubo zonas que estuvieron abiertas, cuando debieron estar cerradas.
Donde sí hay certezas, es que lograron identificar a uno de los hinchas que ingresó a la fuerza al estadio, quien ya tenía derecho de admisión, mientras que al resto buscarán prohibirle el ingreso de por vida según indicaron desde el club en un comunicado.
La Garra Blanca, por su parte, amenazó que esto «está recién comenzando«, mientras Blandi se recupera de los cortes en sus piernas y el trauma auditivo