El presidente de Corea del Sur activó el domingo en su país el máximo nivel de alerta por enfermedades infecciosas y afirmó que las autoridades deben tomar medidas “fuertes, sin precedentes” para combatir el brote vírico.
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El presidente, Moon Jae-in, hizo esas declaraciones al inicio de una reunión del gobierno después de que las autoridades informaran de 123 casos nuevos el domingo, elevando el total del país a 556 infectados, con cinco muertos.
Irán, por su parte, subió a 8 la cifra de muertos por el virus en su territorio, la cifra más alta fuera de China. El Ministerio de Salud dijo que había 43 pacientes confirmados en el país, que informó de su primer caso el pasado miércoles.
Por otro lado, en Israel se produjo un incidente diplomático después de que las autoridades locales negaran la entrada a un avión surcoreano. El episodio reflejaba el temor y las tensiones que rodean al creciente brote.
Moon indicó que su gobierno había subido la alerta en un nivel, a “rojo”, el más alto. La última vez que se activó fue en 2009 ante un brote de gripe que mató a más de 260 personas en el país. El máximo nivel de alerta permitiría a las autoridades cerrar temporalmente las escuelas, reducir el transporte público y los vuelos con destino y origen en Corea del Sur.
El brote “ha alcanzado un punto decisivo crucial” y los próximos días serán “críticos”, afirmó Moon.
“No debemos vernos restringidos por regulaciones ni titubear en tomar medidas fuertes, sin precedentes”, dijo.
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En la China continental se reportaron 648 nuevas infecciones para un total de 76.936. La cifra de muertos en un día bajó ligeramente a 97. En total han muerto 2.442 personas en el país por COVID-19, la enfermedad que provoca el nuevo virus.
El número de casos nuevos en China ha ido subiendo y bajando, pero lleva cuatro días por debajo de mil. Varios cambios en la forma de contabilizar las infecciones han complicado sacar conclusiones de las cifras.
La ciudad central de Wuhan y otras partes de la provincia china de Hubei, donde se detectó el brote en diciembre, seguían bajo estrictas medidas de control. Más del 80% de los casos del país están en Hubei, donde la cifra de muertos también ha sido más alta.
En la región de Lombardía, en el norte de Italia, donde se encuentra el núcleo financiero de Milán, el gobernador regional informó de 89 casos confirmados, elevando a 115 el total en Italia, incluidos dos fallecidos.
El Politburó chino, formado por miembros veteranos del gobernante Partido Comunista, advirtió el viernes que si bien la epidemia estaba “contenida de forma preliminar”, el país aún no había visto un punto de inflexión.
Las autoridades indicaron que la rutina debía restaurarse poco a poco, después de que el brote provocara una extensión de los feriados por el Año Nuevo Lunar el mes pasado. Muchas empresas han optado por que sus empleados trabajen desde casa, y las escuelas ofrecen lecciones en línea.
En Beijing, la mayoría de los centros residenciales limitaron el número de personas por hogar que podían entrar y salir, y requirieron a los que acababan de regresar a la capital que se aislaran en casa durante 14 días.
En total, más de 78.000 personas se han contagiado en 29 países.
El vuelo surcoreano aterrizó el sábado en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv fue derivado lejos de su terminal asignada mientras las autoridades evacuaban y ponían en cuarentena a 12 israelíes y devolvían al resto de los pasajeros a Seúl, según medios israelíes.
El Ministerio surcoreano de Exteriores presentó una queja formal ante el gobierno israelí, según la agencia de noticias Yonhap.
Seúl había informado antes a Israel sobre que un grupo de turistas que este mes pasó una semana en Israel y Cisjordania había dado positivo en el virus al regresar a casa. Las autoridades sanitarias israelíes y palestinas pidieron a la gente que tuvo contacto estrecho con los turistas que se pusiera en cuarentena.