Los dueños de Polilla y Clio presentaron una querella por maltrato animal contra efectivos de Carabineros de Chile luego de que ambas mascotas murieran.
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Cristián Apiolaza, el abogado patrocinador de la querella, señaló a Radio Bíobío que cuentan pruebas que acreditan que el gas lacrimógeno utilizado en el sector tras el estallido social habría causado la muerte a las dos perras.
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Según el texto de la acción judicial, Polilla y Clio paseaban por el parque San Borja dos veces al día, lugar en el que recurrentemente comían pasto.
Las dos mascotas tenían 13 años de edad y tenían una salud estable hasta que en noviembre del 2019 ambas comenzaron a presentar síntomas.
Polilla fue diagnosticada con gastroenteritis hemorrágica, mientras que Clio presentó una pancreatitis, razón por la cual fue internada en la Clínica Veterinaria de Macul hasta el 14 de noviembre, día en que falleció producto de un paro cardiorrespiratorio.
Más tarde, Polilla presentó signos de pancreatitis, razón por la cual el 27 de noviembre decidieron hacerle una eutanasia.
Los veterinarios que trataron a ambas perras, recomendaron a la familia realizar exámenes post mortem a Clio y al pasto del parque San Borja para establecer si había relación entre los gases lacrimógenos y la muerte de ambas mascotas.
“Parte del informe toxicológico de analítica del material lacrimógeno de can Clio folio nº96/141119, realizado por Vetlab de fecha 05 de diciembre de 2019, concluye que, entre otros resultados, ‘La presencia del analito en estudio, tanto en el control como en la muestra, confirma la exposición/intoxicación del paciente con agentes lacrimógenos del grupo funcional cloroacetofenonas como xenobiótico’” señala el texto de la acción judicial.
Por lo tanto, se confirma que la muerte de Clio se debe a una intoxicación con gases lacrimógenos y se estima que Polilla se enfermó por el mismo motivo.
La querella fue presentada en el Séptimo Tribunal de Garantía de Santiago y fue declarada admisible el pasado 20 de febrero.