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Eran las 22.53 horas del 13 diciembre del año pasado. Esteban Carter Anguita de 32 años, caminaba para llegar al paradero y tomar el bus que lo llevaría a Machalí, donde vive. En ese mismo lugar se estaban registrando manifestaciones y personal de Carabineros actuaba con bombas lacrimógenas.
De la nada, en un instante, Esteban recibe el impacto de una de ellas en la cabeza, cayendo al suelo y sufriendo hasta el día de hoy sus consecuencias.
Hoy, casi tres meses después, fue formalizado el sindicado responsable de haberle lanzado el artefacto a la víctima; un efectivo de la otrora subcomisaría de Fuerzas Especiales de Rancagua, hoy de control de orden público.
El fiscal Javier Von Bischoffshausen, precisó tras la audiencia de formalización por el delito de homicidio frustrado, que dejó en prisión preventiva al carabinero, que este funcionario en medio de un contexto de manifestaciones «apunta y dispara a la cabeza de la víctima que estaba parado en el lugar y con sus manos cruzadas»
Esteban Carter asegura que su memoria está pésima, que una parte del cerebro murió y no «va a renacer nunca más, el resto de mi cerebro va a aprender a hacer todo lo que hacía esa parte».
«Después que me dispararon, los pacos se tiraron encima mío para llevarme preso y como creyeron que estaba muerto me dejaron ahí, después llegó la ambulancia», relata el joven.
Muy afectado, Esteban relata que a sus padres le dijeron que estaría tres meses en el hospital, pero «salí a los 16 días».
«Muchos días pienso por qué mierda no me morí», reflexiona.
No hay baja
El jefe de la VI Zona, Alex Chaván, explicó en el día de ayer que el sumario por el hecho se encuentra abierto y son resultado de responsabilidades aún.
«Esa investigación está abierta por parte de carabineros, por el momento los antecedentes que teníamos todavía no había responsabilidad administrativa, vamos a acceder a esto y posiblemente tendremos que tomar otras decisiones», señaló.
