Corea del Norte disparó el lunes tres proyectiles de corto alcance desde su costa este, informó el ejército surcoreano, dos días después de que Pyongyang amenazara con tomar acciones “enérgicas” para protestar por la condena internacional por sus ejercicios previos con fuego real.
PUBLICIDAD
Los lanzamientos se hicieron desde una localidad ubicada en la provincia de Hamgyong del Sur, según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur. Los proyectiles, de distintas clases, recorrieron hasta 200 kilómetros (125 millas) y alcanzaron una altitud máxima de 50 kilómetros (30 millas).
Corea del Sur dijo “lamentar” los lanzamientos y señaló que violaban un acuerdo intercoreano que pretendía reducir las hostilidades militares. El director surcoreano de seguridad nacional, el ministro de Defensa y el jefe del espionaje celebraron una videoconferencia de prensa de urgencia en la que acordaron que la prueba norcoreana no ayudaba a los esfuerzos de alcanzar la paz en la Península de Corea, según un comunicado de la presidencia surcoreana.
Los proyectiles norcoreanos eran probablemente balísticos, según dijo el secretario jefe del gabinete de Japón, Yoshihide Suga. Japón detectó varios proyectiles que recorrieron entre 100 y 200 kilómetros (de 62 a 125 millas), pero ninguno cayó dentro de la zona económica exclusiva japonesa.
“La última acción de Corea del Norte, sumada a sus reiterados lanzamientos de misiles balísticos, es una seria amenaza a la paz y la seguridad de Japón y (…) un grave problema para toda la sociedad internacional”, dijo Suga.
Las negociaciones nucleares entre Pyongyang y Washington continúan estancadas desde que el segundo encuentro entre Kim y el presidente estadounidense Donald Trump, en Hanoi, Vietnam, finalizó sin acuerdos. El líder norcoreano inició el año con la promesa de reforzar sus disuasivos nucleares ante las sanciones y presión de Estados Unidos, de las que dijo son “similares a las de la mafia”.
Seúl y algunos países europeos protestaron contra las segundas maniobras norcoreanas del 2 de marzo, que creían implicaron el lanzamiento de misiles balísticos, en contra de resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Corea del Norte insiste en que tiene derecho a realizar ejercicios militares, a escasa distancia de las fuerzas surcoreanas y estadounidenses al otro lado de la frontera.
