Mientras la venta de alcohol gel en el comercio alcanzó su récord, las mascarillas de papel hace rato que multiplicaron sus precios originales producto de la alta demanda. La llegada del coronavirus de Chile mantiene cautiva la atención de la población e, incluso, se potencia hasta el consejo más pueril respecto a los gestos prohibidos, como saludar con la mano a los amigos o besar en la mejilla a los niños.
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El impacto del Covid-19 es tan evidente como la hipersensibilización respecto a un tema que ya entró en el anáisis de los especialistas del comportamiento humano. “Hoy día, la comunicación es instantánea, pero también la repetición es instantánea. La saturación de imágenes de gente con mascarilla, de cruceros en cuarentena, de ciudades con las calles desiertas produce pánico cuando no viene acompañada de una orientación editorial adecuada. Se tira en crudo sin ayudar a comprender ni a procesar y queda del lado del público qué hacer con eso”, sostiene el sicoanalista Santiago Levín, presidente de la Asociación de Siquiatras Argentinos. “Hemos escuchado a empleados de farmacia muy preocupados porque va gente del barrio a hacer largas colas y se desespera si no encuentra máscaras o alcohol en gel, cuando debería informarse a la población que ninguna de las dos medidas son necesarias ni recomendadas. Entonces, esa falta de una línea editorial destinada a la información produce también ganancias comerciales en distintos sectores y no sólo pánico en la sociedad”, cuestiona Levín.
El conocido prejuicio de que los medios pueden generan paranoia colectiva no parece divorciado de su diagnóstico. «Puede provocarla , absolutamente, lo cual no significa menospreciar al virus en sí mismo y la potencialidad patógena. Este pertenece a una familia de virus que ya conocíamos: los coronavirus, que producen en los seres humanos infecciones respiratorias. Algunas son graves, otras no. Este virus chino no parece producir una enfermedad muy grave. Hasta el momento, lo que se observa es que produce una mortalidad muy baja, inferior al virus de la influenza que produce la gripe común. Gripe común que produce miles y miles de muertes todos los años alrededor del mundo, y de la cual no se habla, que existe una vacuna».
Según la proyección de Levín en Página 12 de Argentina, «en el escenario menos preocupante, este virus va a quedar incorporado al pool de virus que producen enfermedades respiratorias estacionales, se incluirá en un plan de vacunación y sobrecargará un poco al sistema hospitalario porque con un virus más, seguramente va a haber más requisitos de internaciones de pacientes debilitados que, al pescarse este virus, pueden hacer una enfermedad un poco más seria. Pero hasta el momento, no hay motivos para generar el pánico que se ha generado«.
El experto sentencia que «los medios de comunicación no son los responsables de lo que está pasando, pero tienen una función social importante que no está en este momento suficientemente discutida ni regulada. No me refiero a regulaciones estatales sino a regulaciones éticas. Lo que uno le pediría a un buen medio de comunicación es que entregue información chequeada, pero que también entregue herramientas para el análisis de esa información».