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Luis Díaz Espinoza de 32 años no pudo más con su conciencia y ayer luego de avisar a la policía sobre el hallazgo del cuerpo de su hijo, confesó que él mismo le había dado muerte.
Toda la comunidad de Tinguiririca está consternada. No hay explicación para tan cruel crimen y contra su propio hijo.
En la audiencia de formalización contra el hombre, se dieron a conocer detalles del plan que terminó con la vida del pequeño Luis, quien sólo asistió a una cita con su padre.
De acuerdo a los antecedentes, el padre del niño tomó contacto con él mediante Instagram. Le envió mensajes citándolo a la orilla del río Tinguiririca; ordenándole que borrara los mensajes y que saliera sin que nadie supiera que se verían.
El niño llegó en bicicleta al encuentro y por la espalda, su propio padre lo atacó con un objeto cortopunzante, propinándole posteriormente varias otras heridas, que le provocaron la muerte.
Se decretó su desaparición…todo el mundo buscaba a Luis, que vive con su abuela materna. Y temprano en el día de ayer, su padre dio aviso a la PDI de que lo había encontrado en el río. A las horas, luego de la toma de declaración, confesó el crimen.
El fiscal jefe de Santa Cruz, Gabriel Meza, explicó que se le revisó el teléfono y redes sociales, que terminaron por incriminarlo. De esta forma, hoy se decretó su prisión preventiva por los cuatro meses que dure la investigación.
Santa Cruz indicó que en el caso podría existir agravantes, como la forma en que se llevó a cabo el homicidio, el lugar donde ocurrió y la diferencia física entre ambos, además de que trata de un parricidio.
Luis Díaz arriesga desde los 15 años de prisión al presidio perpetuo calificado.
