Italia es quizá uno de los países más complicados por el coronavirus (Covit-19) en el mundo, con ciudades sitiadas, calles desiertas y fronteras prácticamente cerradas, sobretodo en el norte de su territorio. Corea del Sur, en cambio, y pese a contar también con miles de casos, las cosas andan mucho mejor. ¿Por qué?
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Gabriel León, biólogo molecular y divulgador científico, dice que hay muchas lecciones que nuestro país puede sacar de ambos ejemplos. «En Italia hay más de 10 mil casos, en Corea 7.800 casos, pero la tasa de mortalidad es muy distinta. En Italia está al rededor del 6,6% pero en Corea es el 0,5%. Tienen tasas de mortalidad 10 veces más mortalidad en Italia ¿Por qué ocurre eso? Hay varios factores que lo explican», cuenta a Publimetro.
El investigador señala que la cantidad de población mayor de 65 años, la capacidad para diagnosticar tempranamente la enfermedad, y la curva de contagiados según el tiempo, son claves.
«Un factor puede tener que ver con la estructura demográfica del país. El 23% de la población italiana tiene más de 65 años, contra 13% en Corea del Sur. Es relevante porque sabemos que esta enfermedad en particular ha sido mucho más fuerte con las personas mayores de 65 años. Es una patología mucho más grave. En Italia la persona más joven que ha muerto por covid-19 tenía 55 años y además tenía una enfermedad crónica», explica.
Colapso
Junto con eso, el científico dice que «otra diferencia entre ambos, y una de las más relevantes, tiene que ver con como Corea asumió la tarea de diagnosticar tempranamente a mucha gente -lleva más de 200 mil test aplicados- y ese es un factor que aparentemente súper importante. Chile debería poner mucha atención. Tiene que ver con como uno puede evitar que ocurran muchos casos de manera simultánea».
Eso dice relación con que mucha de la letalidad del virus no se explica por la agresividad misma de la enfermedad, sino que con la falta de atención que pacientes críticos podrían sufrir producto de colapsos en el sistema de salud.
«Si hay dos países que eventualmente tendrán 10 mil casos, pero en uno ocurren en dos semanas y el otro en 3 meses, la mortalidad será más alta en el primero, ¿por qué? porque cuando se concentran muchos enfermos al mismo tiempo en una zona geográfica limitada, se saturan los sistemas de salud. Mucha gente que por ejemplo necesita una cama de UCI o apoyo respiratorio, no va a tenerla porque estará todo ocupado.Estas personas van a empezar a morir», explica León.
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Más allá de poner establecimientos en cuarentena, sitiar ciudades y hacer controles estrictos en aeropuertos, el divulgador científico señala que «el llamado es a aplanar esa curva. Probablemente vamos a tener muchísimos casos, pero ojalá sean muy esparcidos en el tiempo, que no ocurran de manera concentrada. Una forma de conseguir eso es que los contagios sean lo más lentos posible. Y es ahí donde viene lo que la gente puede hacer, y que tiene que ver con las medidas básicas: lavado frecuente de manos, evitar tocarse la cara, evitar el contacto físico, dejar de saludar de beso, estornudar con la parte interna del brazo y el aislamiento social».
Lo más importante es quedarse en la casa ante la aparición de un cuadro respiratorio ¿La razón? «Es muy relevante que las personas entiendan que si esta enfermedad contagia a una persona joven o sana, muy posiblemente no le pasará nada, pero puede contagiar a otra que sí sea susceptible de un cuadro más grave. El llamado es a la responsabilidad social cuando hay pandemia», indica el científico.